El Monstruo y la Bestia

Capítulo 40

El 9 de septiembre, fue la fecha destinada al mundo como “El día de la batalla final entre ToMan y Kanto Manji”. Mientras los miembros de Tokyo seguían a su comandante, Takemicchi Hanagaki, y el cielo nocturno se adornaba por el ruido de sus flamantes motocicletas, los miembros de Kanto, seguían a su comandante, “El intocable” Mikey, en una imponente marcha que atemorizaba a cualquiera que se pusiera en su camino.

Cuando los cincuenta miembros de Tokyo Manji, se encontraron frente a frente con los quinientos miembros de Kanto Manji, la tensión podía cortarse con un cuchillo. Cada uno de los miembros de ToMan se preparaban para la revancha con varios contrincantes. Chifuyu, se preparaba para su pelea contra Mochizuki, Hakkai quería ajustar cuentas con Ran, por aquel fatídico ataque a Mitsuya. Senju, quien se sentía insegura al percatarse de que Wakasa y Benkei estaban del lado de Kanto.

Jun, miraba a ciertas personas que estaban con Len, quien para sorpresa de nadie estaba en contra de Yasa, él reconoció a dos de aquellas personas, pues era ciertas personas con las que Itami y él tenían que cerrar un ciclo. Kenta, buscaba a Hanma con la mirada, pero se quedó sorprendido al ver a otra persona, que claramente tenía asuntos.

—Mierda, Len trajo amiguitos —dijo Kenta con una sonrisa irónica.

—Bueno, dicen que es importante cerrar ciclos, y que ganas de cerrarlos a golpes —comentó Jun animado.

—Esto será emocionante —dijo Itami.

—Oigan ustedes —hablo Mikey—. Hay dos ToMan ¿No es así? ¿No creen que una está sobrando? —eso provocó una risa en su subcomandante.

—Entendido, jefe —habló Sanzu—. ¡Escuchen, bastardos! ¡Dejemos en claro que el rey se decidió en la pelea de las tres deidades! ¡No traten de revivir al viejo equipo ahora! ¡Estoy harto de estos conflictos para niños! —gritó—. Además, que todo su equipo está formado por perdedores. Ustedes no son rivales para esta ToMan. Si quieren crear lindos recuerdos, ¡Vayan a hacerlos en otro lado!

—Ustedes tampoco son la verdadera ToMan —dijo Hanagaki dejando a todos callados.

—¿Qué es lo que dices? Tu voz es tan bajita, que no puedo escuchar lo que dices —se burló Sanzu, pero Takemicchi se mantuvo implacable.

—Lo que estás diciendo es incorrecto —aclaró—. ¡La verdadera ToMan no se parece en nada a esto! ¡Hoy derrotaremos a la maldita Kanto Manji! ¡Y heredaremos el nombre de Tokyo Manji! ¡Vengan sin miedo a matar, Kanto Manji! ¡No importa que pase, nosotros, la Tokyo Manji, nunca nos rendiremos! ¡Los derrotaremos! ¡No importa qué! —grito levantando el espíritu de lucha de todos sus miembros—. ¡Vamos, Manjiro Sano! —gritó avanzando.

—¡Ven por mí!

El ataque principal fue el de Kakucho, quien apuntó a Takemicchi, porque como había dicho Mikey, si el comandante caía, todo el grupo también lo hacía. Pero, había algo que nadie tomaba en cuenta; la decisiva capacidad y determinación que Takemicchi había desarrollado desde su gran pelea contra Kiyomasa. Y a pesar de recibir un golpe directo, el rubio de ojos azules, no dudo en responder, y su adversario solo por unos segundos contempló la imagen de su viejo amigo de la infancia, el golpe que había recibido lo había mandado a volar, dejando a todos en shock.

—Incluso alguien como yo, siempre y cuando decida estar determinado ¡Puede llegar a tu nivel, Mikey!

—¡Increíble Takemicchi! —gritó el subcomandante, Chifuyu.

—Eso estuvo bien —comentó Yasa, acariciando el cabello rubio—. Ahora es mi turno —advirtió, dejando confundido a su comandante, pero por primera vez, en mucho tiempo, quiso dejar de contenerse a sí mismo—. ¡Ora, ora! —gritó, desatando un recuerdo en cada miembro de Kanto, e incluso miembros de Tokyo—. ¡Es momento de abrir el camino de los muertos! —ese anuncio dejó paralizado a muchos, por los recuerdos que desataron.

Takemicchi se quedó sorprendido ante el anuncio, los amigos de Yasa estaba emocionado, aunque había un pequeño grupo cerca de los altos mando de Kanto, que sentían un fuerte sentimiento de añoranza, pues eran aquellos ex compañeros del Iluminado, y era encabezado por Len, quien tenía un plan en mente.

La Tokyo Manji, eran capaces de alcanzar hasta el punto en que arrasaban con todos los miembros de Kanto Manji, que se colocaban en su camino, quienes no podían siquiera reaccionar ante tan brutal ataque. Cada uno de los capitanes, se destacaban a su manera, pero, no eran los únicos.

—¡Smiley! —gritó en advertencia Jun, antes de desmayar a golpes a cinco personas, entre ellas a uno que quiso atacar de manera sucia a su capitán.

—¡Jun! —gritó Itami, antes de desmayar a dos tipos—. ¡¿Me cubres la espalda?! —y esa simple petición emocionó al mencionado, pues había pasado un tiempo desde que ambos se habían unido a pelear codo a codo.

Kenta estaba emocionado, no iba a mentir que tenía muchas ganas de volver a pelear, pero ese no era el motivo real por el que había aceptado unirse, pues tenía la intención de vengarse de cierta persona, a la que le tenía mucho rencor.

—Isamu —grito, antes de acercarse a su amigo—. No te distraigas.

—Lo siento, es que tengo un mal presentimiento —e inmediatamente después de decir eso, un grito se hizo escuchar.

—Sé por qué lo sientes —confesó, y después de arrojar a un chico lejos, no dudó en apuntar directo a Len y sus acompañantes—. Ellos están aquí.



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En el texto hay: bl, pandillas, tokyorevengers

Editado: 17.01.2025

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