El Monstruo y la Bestia

Capítulo 42

El primero en atacar fue Jun, con un golpe certero de su puño derecho, Irumi cayó al piso. Los cuatro estaban demostrando la razón por la que Yasahiro los había elegido. Aquella pelea era algo más que solo un intercambio de golpes, también era una prueba, de que ellos cuatro no se habían arrepentido, a pesar del trato injusto, las heridas, las complicaciones y el desprecio, de elegir su lugar, jamás se alejaría de su amigo. Los cuatro estaban cerrando así, todos aquellos sentimientos, el pesar, la duda, incluso el miedo que no era más que una sombra del pasado, porque sabían que todos ellos no habían cometido un error.

—¡Ya basta! —gritó Kenta—. Ustedes no pueden continuar, dejen de ser tan patéticos e imprudentes —pidió viendo como esos cuatro se apoyaban entre ellos para mantenerse de pie.

—Si, ya no vale la pena que continuemos con esto —comentó Isamu extendiendo su mano—. Es momento de dejar el pasado atrás.

—No me jodas —se quejó Asashi—. Ustedes no tienen que pedir piedad como un montón de Idi…

Como peso muerto, Aoi Asashi, cayó desmayado con la nariz sangrando; mientras tanto Jun se limpió la sangre de sus nudillos con el uniforme de Toman. Fue en ese momento que ellos habían recordado la razón principal de su rencor. Tanto talento desperdiciado solo por seguir a un mocoso sin futuro. Esa era la razón, y Seiko Arata, con eso en mente, cayó de rodillas y soltó una risa desganada.

—Supongo que este es el fin —murmuró con una sonrisa—. Fue un honor haber tenido esta pelea.

Los cuatro sonrieron, y Jun se alejó del grupo al percatarse de cierta figura en el piso totalmente inconsciente. No dudo en ayudar a Senju, quien estaba sangrando, pero por su preocupación no se dio cuenta de cierto personaje, que se había detenido al verlo acercarse al cuerpo de su hermana.

Sanzu Haruchiyo, no dudó en apretar su agarre en aquel tubo, y disponerse a darle un certero golpe a Jun, quien estaba intentando cargar el cuerpo de Senju, pues era peligroso dejarlo en medio de la batalla. Lo que no se esperaba, era aquella patada directo a su rostro que le había dado Kenta, mientras usaba a su amigo como impulso. Esa acción alejó a Sanzu varios metros.

—¿Estás bien?

—Si, ese loco en serio es un tramposo —se quejó Jun, mientras sostenía a Senju en sus brazos—. Vamos a dejarla en un lugar seguro.

La caída de Koko e Inui por la pelea contra el dúo dinámico de leyendas, Wakasa Imaushi y Keiso Arashi, mejor conocidos como Waka y Benkei, llamó la atención de Isamu, quien no dudo en tocar a Itami al percatarse de que ambos hombres se dirigen a la dirección de Jun y Kenta.

—Itami, ¿Hacemos dúo? —preguntó.

—Hace mucho que no lo hacíamos —contestó emocionado.

Los dos se movieron, e Isamu empezó a dejar a Itami adelantarse, hasta crear una buena distancia. Sin miedo, el rubio corrió y siendo impulsado por el pelinegro, le acertó una patada en el cuello de Benkei, alejándolo varios metros, permitiendo así, que Jun y Kenta se den a la fuga. Waka, se quedó impresionado por aquel ataque, pero dejándose llevar por su molestia, se lanzó a atacar a Isamu, pero un golpe en su rostro lo empujó unos metros al lado de Benkei, quien se estaba recomponiendo. De inmediato, Itami e Isamu, chocaron los cinco, como hace mucho no lo hacían.

—Buen golpe —halagó Benkei, mientras se enderezaba—. Pero, necesitarán más que eso para vencernos.

—Oye, ancianito —dijo Itami—. ¿No te parece algo inmaduro que dos adultos peleen con niños? —esa pregunta, seguida de un choque de manos aprobatoria, hizo hervir la sangre de las leyendas, quienes no dudaron en ponerse en posición para atacar.

Jun se preocupaba por Itami, ya que normalmente ellos dos hacían duo, desde siempre, eso no significaba que dudara del buen equipo que creaba con Isamu, solo que ese mismo dúo, eran el último recurso. Lo que implicaba, que ambos estaban por colapsar y se iban a enfrentar con el dúo de leyendas, ninguna expectativa resultaba buena. Kenta, al percatarse de ello, empezó a buscar a Yasahiro, pues iba a necesitar ayuda, y el castaño siempre había sido bueno en ello.

—No veo a Yasa, por ningún lado —murmuró preocupado.

—Eso ya no importa, Len estaba por ahí, así que no lo encontraremos. Es momento de ponernos a ayudar —insistió Jun serio, mientras con un simple ademán con su cabeza, apuntaba a un grupo de chicos, en donde estaban los amigos de su comandante.

Ambos chicos alejan a dos chicos que peleaban con Yamagishi y Takuya, dejando sorprendidos a los cuatro amigos. Así, es como los seis, se reúnen para cubrirse las espaldas mientras los miembros de Kanto Manji, iban cayendo como moscas.

—¡El capitán de la tercera división ha caído!

Ese gritó detuvo la pelea de las leyendas, e Itami al ver a Wakasa distraído, le dio un golpe certero directo a su costilla, para poder alejarlo del lado de Benkei. Isamu, bloquea el golpe destinado a Itami, y lo patea en el pecho para alejarlo, justo al lado contrario. Ambos chicos habían tenido el mismo pensamiento, si lograban separar al dúo, tal vez, tendrían una posibilidad de ganar.

Lamentablemente, unos minutos antes de la caída de Haruki Hayashida, mejor conocido como Pah-Chin. Manjiro Sano, había dicho:

—Parece que la batalla está llegando a su clímax. Es hora de limpiar, Hanma.



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En el texto hay: bl, pandillas, tokyorevengers

Editado: 17.01.2025

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