El Morador y el Hacedor

MORADOR

Un hombre deambula cabizbajo por un camino largo, sus zapatos están por completo destrozados de tanto caminar, muy cansado se decide sentar debajo de un frondoso arbol que ve al lado del camino, al sentarse en el suelo, lagrimas brotan de sus ojos, estas caen en el suelo. un campesino se le acerca lentamente al ver a este hombre sentado, con las ropas andrajosas, cabizbajo y llorando, al acercarse sigilosamente por un lado trata de no asustarlo, y lo saluda con voz sencilla y muy huilde.

- Amigo, amigo... ¿Que le sucede, le puedo ayudar en algo?-

El hombre no le responde nada al campesino, pero el campesino insiste  ya estando mucho más cerca.

- Amigo, amigo- con voz más fuerte.

El hombre levanta la cabeza lentamente y observa al campesino de pies a cabeza, y sin darle importancia baja de nuevo la cabeza e ignora por completo al campesino respondiendole entre dientes.

- Siga su camino amigo, no es su problema -

El campesino con mirada y mirada tierna le responde al hombre.

- Quizas no sirva de mucho, pero con lo poco que tengo, quizas lo pueda ayudar -

Sin levantar la cabeza, y sin llorar, el hombre con voz tosca le responde al campesino.

- ¿Está seguro. usted como cree que alguién que quizas está en peor situación que yo me podría ayudar a mi? -

El campesino con mirada triste y voz entre cortada.

- Perdone, no fue mi intención entremeterme en sus problemas, amigo, solo me gusta compartir con lo poco que puedo brindar -

El campesino llevaba una bolsa en la mano que teniá algunos alimentos, y le dejó la bolsa en el suelo al lado del hombre y siguió su camino lentamente, sin mirar hacia atras.

El hombre vio que lo que habia en la bolsa era comida y entonces levantó la cabeza rapidamente y le gritó al campesino.

- En vez de dejarme tus migajas, ¿por qué mejor vas y le dices a tú patrón que me de algo de ropa, comida de verdad, dinero o tierras?, eso, si me quieres ayudar de verdad.

El campesino se detuvo, y sin mirar hacia atras, le respondió con voz firme.

- con un poco de hulmidad quizas mi patrón lo pueda ayudar, pidaselo con fé y depronto el le brindará más de lo que usted pueda imaginar-

El hombre en tono burlesco se rie.

El campesino sigue hablando.

- Pero si busca algo material, vaya más adelante, que hay una hermosa finca de un gran hacendado y depronto él le pueda solucionar -

El  hombre se levanta rapidamente del suelo, y al mirar hacia donde estab el campesino no lo vió más, habia desaparecido por completo, no habia rastro de él, por lo que el hombre pensó que quizas todo habiá sido un sueño; pero notó que no lo era ya que la bolsa con la comida estaba ahí. El hombre hizo caso al campesino sin importar que este habiá desaparecido, caminó y efectivamente más adelante estaba la finca que el campesino le dijo, era algo grande y hermoso, con hemosos animales y arboles frutales frondosos, la cerca era toda de arboles de poca altura, que le permitián observar a todo a quel que pasara tal belleza, de cultivos y prados verdes, y al llegar a la entrada de la finca, el hombre se encontró con un portón en el cual decia : "Cuide sus deseos, no vaya ser que despues se le hagan realidad y no los sepa valorar".

El hombre le restó importancia a este aviso y procedió a entrar a aquel hermoso lugar, al estar adentro notó que no habia ningún trabajador cerca y que aquella finca tan hermosa y llena de paz se encontraba abandonada, - pensó el hombre-, vio que tená unos enormes graneros muy hermosos, los animales que veia andaban sin cuidador, las vacas de muy buena raza, los caballos de hermoso pelaje y bella crin, la gran variedad de animales que observó lo dejó impavido y el cuido de cada uno de estos.

El hombre llegó hasta la hermosa casa de hacendado y miro detalladamente cada uno de los acabados de aquel lugar, y dentro de si se dijo, - Esta es la vida que en    verdad yo me deberia merecer, y no esta que llevo, la cual no vale ni un centavo, del dueño de esta mansión me merezcotoda su ayuda, no de ese pobre campesino que desaparecio-

El hombre tocó la puerta y una voz a lo lejos le respondió.

- Un momento ya va-

Un hombre muy elegante abrió la puerta, era muy joven, mucho más joven que el hombre. El hombre le preguntó al joven.

- ¿Donde se encientra el dueño de la finca? -

El joven extrañado le pregunnnnnta al hombre.

-¿Quién lo solicita, por favor?-

El hombre con voz firme le responnnde.

- ¡La mejor oportunidad que el jamás pensó que le podría llegar a su casa¡ -

El joven sonriente le responde al hombre.

- ¿Cual es esa gran oportunidad, me podría hacer el favor de comentarme?-

El hombre un poco molesto le dice al joven que las cosas de los mayores no se hablan con niños, asi que le dice a su padre o a su patrón que me atienda.

La actitud del hombre desmotiva un poco al muchacho que de nuevo le reponde.

- ¿Que será eso, que no logro ver por ningun lado señor?-




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