El multimillonario esta obsesionado con su esposa fea

Capítulo 3

Isabela: debes de tratar de no pensar más en él. Esta vez tuviste tu primera desilusión amorosa, pero hiciste bien en dejarlo ir, porque mereces tener un amor de verdad.

Alexandra: mi destino es quedarme sola. Además, siento que seré más feliz de esa manera y sobre todo muchas gracias por apoyarme.

Federico: sabes que siempre tendrás nuestro apoyo. El simplemente nunca te vio como su futura esposa y lamento que nunca te amara.

Alexandra: mi historia con el quedo en el pasado. El solo será un recuerdo demasiado triste de mi vida y ahora debemos de ir a comer, ya que todos estamos juntos.

Isabela: estás segura de que estas bien, hija. Porque se te ven los ojos demasiado tristes y sé que tu tristeza se la debes a tu ex prometido.

Alexandra: estoy bien, madre. Esto lo tenía que hacer por mí, solo que su desamor ya no me hará ningún daño y le deseo toda la felicidad del mundo, aunque no esté a mi lado.

Ellos empiezan a caminar y cuando llegan al comedor toman asiento. Ellos al momento en que toman asiento empiezan a comer y Federico sabía que su hija tenía que superar esto y tiempo después terminan de hacerlo

En la casa de Dante Robinson Evans

Dante: quiero ver todas las fotografías de mi mujer que le has tomado este día y las quiero tener todas. Porque las que me mandaste son muy pocas.  

Leonardo: es que son todas las que pudimos tomar sobre ella. Nada más que únicamente va a la universidad y después fue a verlo a su empresa.

Dante: recuerdo que el día anterior le tomaron más fotografías. Solamente que mi mujer se cree que es una mujer libre y me molesto saber que mi primo está interesado en lo que es mío.

Leonardo: me imagino que el debió de ser su prometido en vez de usted. Porque él es mayor y le correspondía casarse con ella y sus padres decidieron todo lo contrario y recuerdo ese hecho, ya que en ese tiempo trabajaba para su primo, pero él se molestó cuando decidieron todo lo contrario.

Dante: así que ese era el verdadero motivo por quitarme lo que era mío y antes estaba seguro de que amaba a mi secretaria. Pero ella solo hizo esto para confundirme.

Leonardo: lo que pasa es que todavía no sabe a quién ama. Además, debería de tomar una decisión, porque la señorita Sullivan puede terminar siendo la esposa de su primo.

Dante: jamás aceptare que se case con nadie y mucho menos con él. Pero ahora que no existe ningún compromiso él puede intentar robármela y como crees que reaccionaria si eso pasara.

Leonardo: le prometo hacer bien mi trabajo para evitar problemas. Seguramente la señorita Sullivan debe de estar en su casa y no es un buen momento para que se acerque a ella.

Dante: el mejor lugar para verla seria en la boda de su prima. Nada más que ella no se podrá negar a conversar conmigo y hare que me escuche y si no lo hace no sabe lo que le espera. Siempre me ha gustado que las cosas salgan como yo quiero.

Leonardo: si quiere recuperarla debería de hablarle con demasiada delicadeza y las fotografías de la señorita están en su escritorio igual que todos los días.

Dante: ahora necesito que te vayas. Porque necesito estar solo y sabes que no me gusta que nadie me moleste cuando estoy en mi despacho.

Él se despide de su jefe cuando le dice que se vaya y Dante abre el sobre donde estaban las fotografías de su prometida. Él tenía que comprobar si eran las mismas que le habían mandado y si lo eran, Dante suspira al verlas de nuevo y él se levanta de su asiento para dirigirse al cuarto donde estaban los recuerdos de Alexandra y él pone sus fotografías en el álbum que tenia de ella y sobre todo no era el único, ya que tenía más, porque empezó a coleccionar sus cosas después de hacerla su mujer  y él se queda en ese lugar hasta que se hace de noche

En la casa de la familia Sullivan

Alexandra: tengo todo listo para ir a la escuela el día de mañana y muchas gracias por haberme traído mi vaso de leche para cenar, nana.

Nana: espero que no hayas llorado toda la tarde por ese hombre. Porque se me hizo extraño que no bajaras a cenar con tus padres.

Alexandra: no estuve llorando. Pero lo único que hice fue leer y de esa manera se me paso el tiempo, además deberías de estar descansando.

Nana: solo quería saber cómo estabas. Nada más que me acabo de dar cuenta de que estás bien y sé que no debo de preocuparte por ti.

Alexandra: entiendo tu preocupación. Porque has sido mi nana desde mi nacimiento y tú eres la única que me conoce más que mis padres.   

Nana: si quieres que me vaya a descansar debes de tomarte tu vaso de leche, ya que seguramente no vas a querer que les diga a tus padres que todavía estas triste.

Alexandra: me la tomare para que te vayas a descansar. Solamente quisiera no pensar en él, se perfectamente que eso sería imposible y mi mente me dice que lo olvide y mi corazón se niega hacerlo.




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