El mundo de Gaia

TERRORES NOCTURNOS

Aren avanzó a una velocidad impresionante hasta Keera, pero antes de que pudiera llegar a ella, Edwin había envestido contra él.

—Esa niña— jadeó mientras empujaba a Edwin con fuerza, señalandola con el dedo—, hay algo mal con esa criatura.

—Es una simple humana— respondió éste sin siquiera titubear, teniendo en cuenta que sabía lo que era Ness realmente.

—No es una simple humana, puedo sentirlo—contestó antes de volver a avanzar con rapidez hacía ellas.

Keera empujo a la niña hacia atrás, donde Archie en un rápido movimiento la tomó de la mano y la posicionó detrás suyo.

El hombro de Keera chocó con fuerza contra el pecho de Aren, cuando éste avanzaba hasta Ness. Los dos terminaron por caer con violencia y cuando Keera quiso darse cuenta, un puñetazo había sido asestada en su mejilla, podía sentir la sangre correr por su labio ahora roto. Antes de que Aren pudiera volver a golpearla, fue sacado con violencia de encima suyo para caer nuevamente al piso después de que el alfa le pegara un puñetazo en el mentón.

—Que sea la última vez que tocas mis cosas Aren— siseó furioso—, no se como demonios hacértelo entender.

Keera quiso replicar aclarando que no era una cosa, pero decidió guardarselo.

—¿Cómo te atreves a golpear al alfa del norte?— gritó Bjorn, padre de Aren.

—Golpeo a mi tributo— contestó con simpleza Belial, mirando con asco al muchacho que se ponía de pie con rapidez.

—Es escoria humana— respondió Bjorn de regreso, mientras señalaba a Keera con un dedo —Merece por lo menos cincuenta azotes por atacar a mi hijo.

—Eso lo decidiré yo Bjorn, no te olvides que estas en mi manada y aquí las cosas se hacen como yo digo.

—Exijo ser yo quien le de los azotes— habló este, ignorando las palabras de Belial.

—No dije que fuera a azotarla— contestó el alfa con determinación.

—¿Es que acaso te haz vuelto loco Belial? ¿Pondrás a esta basura por encima de los tuyos?

Antes de que el alfa hablara, se escuchó una voz hablar con tranquilidad:

—Creo que hay cosas más importantes en las que concentrarse ahora, teniendo en cuenta el cuerpo sin vida que tenemos enfrente— agrego Jorgen con simpleza, mientras observaba a la muchacha muerta tendida en el suelo.

—Me importa un demonio la human...

—¡SUFICIENTE!— Interrumpió Belial, antes de que las cosas se pusieran peor de lo que ya estaban.

Keera miró con atención a su alrededor, Edwin se encontraba a su costado, alerta por si alguien decidía volver a atacar, Iver y Alec se encontraban a cada lado de Belial, flanqueándolo. Yvaine había llegado en compañía de Gerd, este último miraba a Keera con desaprobación, como si todo aquel embrollo fuese su culpa. Herve sostenía a Judith, que había llegado en algún momento, mientras lloraba desconsolada. Marvin fue el último en entrar a la habitación, que sin prestarle atención a nadie, se dirigió a Amelia que yacía muerta en el suelo de la cocina, mientras un charco de sangre se había formado a su alrededor. En una de las esquinas más alejadas, Archie mantenía a Ness por detrás suyo, dando a entender, que a pesar de tener un cuerpo pequeño, tendrían que pasar primero por encima suyo antes de llegar a la niña.

—Esto no va a quedar así— dijo Bjorn serio, antes de tomar a su hijo por el antebrazo y sacarlo de aquella habitación.

Asique Aren no es más que un niño de papá— pensó Keera para sus adentros.

—¿Estás bien?—susurró Edwin, cerca de su oído.

Ella en respuesta simplemente asintió.

Se dio media vuelta, acercándose a Ness y Archie que miraban todo con atención.

—Ness ¿Qué fue lo que ocurrió?— preguntó Keera en voz baja, aunque sabía que todos la estaban escuchando.

A la niña le costó unos momentos enfocar la vista en Keera, pero cuando lo hizo pudo ver sus ojos llenarse lentamente de lágrimas.

—Yo...yo no lo hice— susurró.

—Se que no lo hiciste Ness, no tienes que preocuparte por eso.

—Ellos quieren lastimarme— contestó de vuelta ella.

—No dejaré que lo hagan— respondió Keera decidida—, si alguien te pone un dedo encima le romperé el brazo, ten eso por seguro.

Escucho un bufido detrás suyo, sin embargo no le presto atención.

—Todo el mundo fuera— dijo de repente el alfa y Keera sintió como poco a poco todo el mundo salía de allí dentro.

Keera, como no, tomo a Ness de la mano y se dispuso a salir también de la cocina.

—No tú Keera—dijo Belial irritado.

Por lo menos lo intente— pensó Keera.

Se giró y volvió a poner a la niña detrás suyo, protegiéndola, aunque Archie se encontraba también allí, cuidando de la niña.

—¿Me vas a explicar qué demonios está sucediendo aquí?

Belial había vuelto a ser el mismo de siempre y aquella actitud cabreo a Keera, aunque no supo muy bien por qué.

—No entiendo qué quieres que te explique.

—¿No lo entiendes?— dijo Belial con una sonrisa sínica en la cara —¿Cómo diablos es que tienes a una niña metida en este castillo sin mi permiso?

—No ibas a dejar que se quede.

—Por supuesto que no iba a dejar que se quede Keera, la niña se va ahora mismo de aquí.

—No— dijo con determinación ella, como si realmente pudiera impedirlo.

—¿No?— preguntó Belial con una mirada desafiante en el rostro.

En la habitación habían quedado solo las personas mas cercanas a Belial. Edwin, Yvaine, Alec, Iver, Herve y Marvin; éste último seguía estudiando al cuerpo que se encontraba en el piso.

—No dejaré que...—empezó a decir Keera, para terminar agregando—: que la dejes a su suerte.

—¿Y que demonios harás para impedirlo?— preguntó Belial, realmente curioso por la respuesta que fuera a darle Keera.

Antes de que esta pudiera responder, seguramente con alguna grosería, Edwin los interrumpió:

—Creo que antes de estar enfocándonos en esta pelea sin sentido— dijo, mirándolo con desaprobación a los dos—, tendríamos que averiguar quién se metió en el castillo y asesinó a una doncella en nuestras narices ¿No creen?




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