El Mundo De Los Caídos

CAPITULO 7: HOLA, EXTRAÑO

 

NARRA ABIGHAIL

Sentí como mis auriculares eran arrebatados de mis oídos de golpe y la sorpresa y furia en mí no tardaron en aparecer hasta que escuche la voz chillona de Nicole.

-¡Abby! 

-No grites, estoy justo aquí.-fruncí el ceño y me acomodé en mi asiento.

-Bueno, tal vez si hubieras contestado mis 20 llamadas y las anteriores diez mil veces que grite tu nombre no gritaría. –bufó- como sea, Lewis Ancelotti dará una fiesta en el Lotus Golden Club, será una gran fiesta, debemos ir. Por favor….-dijo lo último con voz de bebe y estaba casi 100% segura de que estaba haciendo su característico puchero.

-No.-contesté tajante.

Bufó.

-Le dije a Marcos que esto era una pérdida de tiempo, siempre haces lo mismo.

-Pu…

No pude terminar lo que iba a decir ya que escuché como alguien cruzó a nuestro lado sollozando.

-¿Y a ella que le pasa?- preguntó Nicole.- Es tu hermana, corrió hacia el kiosco. Seguro esta así por el tal Mason, quien por cierto es un completo idiota.

-¿Mason?

-Sí, un chico nuevo que entró al instituto y es novio de Emma. No sé cómo tu hermana esta con él, es un mujeriego y creído, hace unos días estaba tirándole los perros a mi hermanita y a no sé cuántas chicas más, pero tu Emma sigue ahí. Terca como t…

-Ahora vuelvo.-dije levantándome de la silla. Estábamos en el jardín así que iba descalza sintiendo el húmedo césped bajo mis pies.

Como pude llegué hasta ella y la escuché sollozar repetidas veces.

-¿Quieres hablarlo?-me arriesgué a preguntar.

-¿Y si así fuera porque lo haría contigo? No eres nadie.-soltó crudamente luego de unos minutos.

-Porque te guste o no soy tu hermana y me preocupo por ti y porque se nota que tienes muchas cosas que decir. ¿Es por Mason?

Luego de unos segundos la escuché sorber por la nariz y bufar para seguido hablar.

-Lo vi en el centro comercial del centro con Tessa, mi mejor amiga y todo estaba bien hasta que los vi besarse. Ni siquiera pude decirles nada, solo salí corriendo. Yo lo amaba, íbamos a estar juntos por siempre.-la escuché volver a sollozar. -¿Ahora que haré? Los odio. Jamás les volveré a hablar y jamás volveré a enamorarme.

Mordí mi labio inferior para reprimir una pequeña risita que amenazaba con arruinar el momento.

-Emma, tienes 16 años, estoy segura de que tu vida no ha acabado. No es el fin del mundo, ya verás que encontraras a alguien mejor.

-No quiero a alguien mejor, quería a Chris.

-Pero él no vale la pena, cariño. Mira, eres hermosa, fuerte y tienes un gran corazón. Si el no pudo verlo es su problema, demuéstrale que vales más que eso. Además, estoy segura de que Tessa no es tan linda como tú.

-¿Y tú qué sabes? Eres una jodida ciega.

¡Auch! Golpe bajo.

-Claro.-intenté sonreír pero no fui capaz. La escuché marcharse.

-¿Cómo salió?- hablé Nicole llegando hasta mí.

-¡Estorbo!-me llamó Olivia por aquel estúpido sobrenombre que se había empeñado en ponerme los últimos días y rodé los ojos.

-¿A qué hora nos vamos?-pregunté sin esperar un segundo más.

 

[…]

 

Un par de horas después estábamos casi listas. Nicole me había ayudado a arreglarme y ahora se encontraba terminando mi maquillaje.

-Estas hermosa…-dijo cuando finalmente terminó de colocarme el labial.

Llevaba puesto unos jeans negros ceñidos al cuerpo, unos botines del mismo color de los jeans, un suéter blanco y una chaqueta de cuero de color negro también. Por otro lado, lleva una que otra alhaja, mi característico collar que poseía desde los 6 años, el cabello atado en una coleta alta y el maquillaje sencillo pero capaz de cubrir algunas cicatrices.

-Listo, podemos irnos.-escuché la voz de Nicole de pronto, tomé mi teléfono y salimos de mi habitación.

Nos subimos al auto y en menos de 30 minutos habíamos llegado. Le dije al chofer que llamaría cuando termináramos y bajamos del auto.

-Tardaremos como 1000 años en entrar, la fila esta larguísima.-se quejó mi amiga para seguido tomar mi mano y caminar hasta lo que supongo es la entrada, escuchamos algunos quejidos por parte de la larga multitud pero los ignoramos.-¡Leo!-chillo la chica a mi lado.

-¡Nicole!-respondió este de la misma forma.- estabas perdida, ¿Qué tal tu padre?

-Mandón como siempre- ambos rieron.

-Dile que le envío saludos. Pasen.

-Gracias-dijimos ambas y entramos. Nicole en ningún momento soltó mi mano y lo agradecía aunque no podía evitar sentirme como una niña pequeña ante la situación.- ¡Vamos a la barra!-grito debido a lo alto que estaba la música y asentí.




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