El Muro

X. Aliada

Olivia:

—Nick Benson ¿Lo conoces? ¿Es uno de tus amigos salvajes? —fue lo primero que le pregunté al entrar a la casa de mi hermano. —Lo tienen encerrado en el hospital, esposado... es inhumano.

Casi no podía hablar. Lo que había visto se había grabado en mi mente. No podía soportar siquiera el pensar en lo que le esperaba a ese chico cuando lo sacarán del hospital.

—Mierda. Si lo conozco, es amigo de Will. Es como su hermano —acto seguido se puso a caminar en círculos por la habitación —. Cuando se entere va a querer rescatarlo. Será un desastre.

—Yo lo ayudare. —sentencie. 

Sabía que iba a ser difícil, pero tenía que hacerlo.

—Es peligroso Liv. Es preferible que te quedes al margen. Encontrarán una forma de sacarlo de ahí por su cuenta. Solo con tu información ya has ayudado más que suficiente.

Me tomó de los hombros y clavó sus ojos en mí, intentando convencerme con la mirada.

—No me importa si es peligroso. No puedo dejar que tengan a una persona atada, de esa forma. No me interesa quien sea. No voy a permitir que torturen así a nadie.

—Te preocupa porque esa persona podría ser Will. ¿No es así? 

¿Enserio? ¿Estaba haciendo esto en ese momento?

—Lo haría por cualquiera. —me defendí. No tenía ninguna necesidad de comenzar esa conversación con él.

*****

William:

—Lo encontramos. —entré en La Fábrica completamente emocionado. La noticia de Shia había llegado justo a tiempo, estábamos comenzando a perder las esperanzas. —Tenemos que juntar un equipo e ir a rescatarlo. Está en el hospital de Arlen, no sabemos por cuánto tiempo.

Benson seguía sentado en su sillón, como si no me hubiera escuchado. No podía creer la frialdad de ese hombre, estábamos hablando de su único hijo.

Kayla, por otro lado, se levantó inmediatamente, emocionada.

—¿Cuando salimos? —preguntó mirando a Benson.

—Nadie irá a ningún lado. Es demasiado peligroso. No voy a arriesgar a ninguno de ustedes dos —mientras hablaba se había levantado y comenzó a caminar hacia nosotros. —. Si Nicholas fue tan inepto como para que lo atraparan, es su problema — Kayla se le acercó pero la frene con el brazo. —. Retirense y olvídense de esto. Es una orden.

Mientras nos alejábamos susurré.

—No voy a olvidar nada. Sacaré a Nick de ese lugar.

—Lo sacaremos. —respondió.

*****

Olivia:

Estaba en el hospital. Aún había recibido respuesta por parte de Shia. El prisionero que manteníamos en el hospital comenzaba a recuperarse, no sabía cuánto tiempo más planeaban dejarlo aquí.

Caminaba por los pasillos, casi llegaba a la sala de descanso cuando me tomaron del brazo y arrastraron al interior de un armario.

Intenté gritar pero una mano me tapó la boca. Estaba oscuro... muy oscuro.

—Tranquila princesa, soy yo. —escuchar su voz me calmo, tal vez demasiado. —Me dijeron que sabes dónde está mi amigo. —mis ojos se comenzaron a acostumbrar a la oscuridad y pude verlo sonreír.

—Si lo sé. Él está bien. He estado controlándolo todo el día. Está mejorando, lo golpearon, torturaron. —baje la mirada, sintiéndome muy culpable, como si yo misma hubiera lastimado a ese chico.

—Muy bien. Iré a sacarlo de aquí. No voy a dejar que muera a manos de estos malditos. —sus ojos me estaban cortando la respiración, sabía que debía concentrarme, pero no podía. —Necesito que crees una distracción princesa. La que quieras, pero tiene que ser una grande.

—¿Qué? No. Hay cámaras por todos lados. Te verán.

A pesar de mi breve momento de debilidad, la mente me volvió a funcionar a toda máquina.

—¿Qué propones entonces? —sonrió otra vez y sentí como me dio derretía por dentro.

—Sígueme. Soy yo la que te dirá que hacer esta vez.

—Me gusta cuando la chica manda. —dijo con una amplia sonrisa mientras tomaba su mano.

Caminamos por los pasillos traseros, los que no tienen cámaras a paso firme.

Cuando casi estábamos llegando me detuve. El pasillo estaba desolado, por lo que podíamos hablar sin problemas.

—Muy bien es el siguiente piso. Quédate aquí. Voy a verificar que no haya nadie. Te avisaré cuando puedas acercarte. —intenté alejarme pero me tomó del brazo y me giró.

—¿No lo están custodiando? —parecía demasiado asombrado.

—No. Se supone que nadie sabe que está aquí. Sólo el director del hospital, dos residentes más y yo. 

Me encogí de hombros, no sabía qué otra información podía darle.

—¿Entonces si lo sacamos de aquí en este momento serías una de las sospechosas? Estás arriesgándote demasiado Olivia. 

Puso ambos brazo sobre mis hombros.

—Lo sé. Sé que es arriesgado, pero es lo correcto.

Levante la mirada e intenté aparentar fortaleza, seguridad, algo que le generara confianza.

—Mírate. —respondió sonriendo. —Eres una completa aliada. Dijiste que detestabas a los salvajes, pero aquí estás, ayudando a uno. —hizo una pausa en la que se me acercó más y se puso muy serio. —Escucha. No vamos a hacer esto ahora. No puedes estar en el hospital cuando liberemos a Nick. Tienes que tener una coartada. No dejaré que te arriesgues de esa forma.

—¿No quieres liberar a tu amigo? —después de todo lo que estaba haciendo, se estaba atreviendo a dejarme fuera de todo.

—Haría cualquier cosa por Nick. ¿Entiendes? Es mi mejor amigo, crecí con él. Quiero salvarlo, pero no a cualquier precio.

—Entonces esta noche. No tengo guardia y diré que me quedo con Shia, así podré ayudar.

—No Olivia. —golpeó la pared y me hizo saltar un poco del susto. —¿Por qué por una vez no haces lo que te digo? Sólo por esta vez, escúchame. —estaba frustrado, podía notarlo, pero yo lo estaba más.

—Tu escúchame a mi. —dije golpeando con mi índice su pecho. —Soy tu única opción. Conozco este lugar como la palma de mi mano, paso aquí un mínimo 10 horas diarias. Sé cómo entrar o salir sin que nadie se de cuenta. Puedo ayudarte a sacarlo, darte la medicación que necesita para que se recupere. —seguía golpeando mi dedo sobre él, cuando termine de hablar lo sostuvo con su mano.




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