El muro de los te quiero

Capítulo 3: La carrera

- Siempre es un placer tener aquí a gente de mi tierra- nos dijo la chica extraña

Ahora su comportamiento tenía más sentido: ella era española. A pesar de su extrovertida personalidad, parecía tranquila

- Mi nombre es Alice- dijo mirándome- pueden usar el apartamento pero intenten no romper nada ¿ si? Sino este rostro no estará feliz y créanme, no soy linda cuando me enojo

Retiro lo dicho anteriormente acerca de que parecía tranquila. Cuando Alice se fue pudimos entrar y ver el apartamento, era muy bonito aunque algo pequeño. Tenía un sofá y un televisor, en la misma sala se hallaba la cocina junto a una mesita con dos sillas, había un solo cuarto con una cama grande y muchas luces de colores ( no me sorprendía que lo hubiera decorado Alice) y por supuesto, un baño.

Más tarde estábamos tan exhaustos que ni siquiera discutimos por quién dormiría en la cma, simplemente Daniel fue a dormir al sofá

Mientras soñaba con que daba un paseo en barco por el sena tranquilamente escuché música muy fuerte, lo que me despertó. Fui a la sala a ver que era todo eso y vi a Daniel tendido en el sofá despierto fingiendo que tocaba la guitarra al ritmo de la música. Bajo el televisor se hallaba un gran parlante junto a un equipo de música, de allí venía todo ese alboroto 

- ¡¿ Que es ese ruido?!- pregunté por encima de la música

- ¿ Ruido? Eso es buen gusto musical, es Megadeth

Apagué la música antes de que mis oídos comenzaran a sangrar 

- Lo siento, no escucho metal y mucho menos para dormir- le dije a Daniel al ver su expresión de enfado por haberle apagado la música

- No sabes de lo que te pierdes- me respondió enfadado- Eso es lo que me ayuda a desahogarme, ¿ sabes que antes tenía una banda? Era genial, sólo que...

- ¿ Desahogarte?- arquee las cejas- ¿ No podías dormir?

- No

Aún cuando me decía algo serio, su sonrisa no se desvanecía 

Me senté a su lado en el sofá, manteniendo una distancia prudente entre ambos

- ¿ Que sucede?- le pregunté con el tono más suave que pude

- No lo sé, creo que estoy algo ansioso por mañana

No me sorprendía que así sea era un paso más a cumplir su sueño y aunque yo no quería tener expectativas muy altas, cualquier cosa podía pasar. 

- Yo también lo estoy- admití- nunca había ido a una carrera de motos, y veré a Mario en persona, creo que es algo emocionante, tal vez se fije en mi o tal vez en ti... no, no de ese modo, sino para ayudarte a ser piloto y...

Iba a seguir hablando ( a veces tendía a hablar demasiado) pero noté que Daniel se había dormido sobre mis piernas. Debo admitir que me daba cierta ternura ver a las personas durmiendo, porque eso me recordaba que todos somos humanos y en el fondo todos estamos indefensos. Decidí no despertarlo, así que coloqué una almohada y también dormí en el sofá

 

El día siguiente llegó más rápido de lo esperado. Me gustaría describirles todo acerca de la pista sin embargo yo no sé mucho de esas cosas ni tampoco de motos, Daniel era quién sabía sobre eso y de hecho se emocionaba por cualquier cosa que veíamos. Se entusiasmó al entrar al lugar, al ver a las motos 8 y las modelos al lado de las motos), también se emocionó en cuanto llegamos a nuestro lugar para ver la carrera. Nunca lo había visto tan contento 

Una chica castaña y con un cuerpo envidiable apareció a nuestro lado y por supuesto: Daniel se puso a hablar con ella ( más bien a coqueteare). Como yo hacía mal tercio decidí ir a comprar unas bebidas a la entrada, pero me terminé perdiendo; entré por un pasillo extraño que daba a una especie de taller donde arreglaban las motos, creo que los llaman pits o algo así. Me acerqué para pedir ayuda y por accidente choqué con alguien y caí

- Lo siento- pude oír que decía aunque mi cabeza dolía mucho para reconocer quién era. 

- Tranquilo, estoy bien- mentí, realmente había comenzado a marearme. Di gracias a los dioses por no haberme desmayado en cuanto reconocí a quién tenía en frente:  Era el guapísimo Mario Tarquez. 

He de admitir que se veía aún más guapo en persona

Me pellizqué para ver si era un sueño, pero no. Era él. No entendía como eso me había pasado a mi, parecía sacado de una novela y deben creerme: Esas cosas no suelen pasarme

- Vale, me alegro que estés bien. Aún así ha sido culpa mía, iba apurado y no te vi, déjame compensarte de alguna forma

- Pues... tal vez podría pedir algo

Miré a los mecánicos al rededor y aspiré el olor a gasolina del lugar. Hay cosas de la mente humana que yo jamás llegaré a entender, por ejemplo en ese momento podría haberle pedido una cita, un beso, un millón de dólares y sin embargo pedí que Daniel viniera a ver ese lugar y lo conociera.

Daniel ni siquiera dejó que terminara de hablar por teléfono y ya estaba allí con una sonrisa aún más grande y la chica castaña a su lado. Él y Mario hablaron sobre motos, su carrera, estrategias, etc. Había química entre los dos. Por mi parte y de la chica castaña no puedo decir lo mismo, ella no dejaba de peinarse o arreglarse y parecía que no tenía intenciones de hablar conmigo. 




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