El muro de los te quiero

Capítulo 4: La cena

Ir de compras en París puede ser muy divertido... si tienes dinero. Afortunadamente Lydia tenía mucho dinero, al parecer era en realidad una modelo de Gucci importante en la ciudad, tal vez por eso la dejaban pasar a todos lados. 

Antes no me había fijado en su vestimenta o maquillaje ya que me parecía igual a las demás, siempre intentando destacar sin tener en cuenta la honestidad y la integridad de ser uno mismo, sin embargo debo admitir que me gustaba como se vestía. Tenía un largo abrigo de piel blanco sobre un vestido hasta las rodillas negro liso y unos tacones  que te daban vértigo sólo con verlos.

Luego de ver como tres pisos de la galería Lafayette sin obtener resultados favorables, la chica paró y me dijo:

- Bien, dime que estilo te gusta. ¿ Un poco de rojo, o tal vez... lentejuelas? Eres demasiado baja pero podemos solucionarlo con unos tacones impresionantes y...

- Oye, alto- interrumpí- sólo busco algo sencillo

- Elegante, me gusta tu estilo

Lydia sonrió y me guió a una zona en la que encontré vestidos realmente preciosos y de mi talla. Al final logró convencerme de usar un vestido azul noche brilloso hasta las rodillas y tacones altos. En el probador observé como el vestido iba con mis ojos e incluso, hacía que pareciera que mi cabellera negra era más voluminosa. Salí del probador algo nerviosa para encontrarme a la castaña sentada

Ella se quedó con la boca abierta 

- Nena, se te ve fabuloso- me dijo articulando cada palabra- vas a tener como loco a ese piloto

Jamás me había importado mi apariencia, prefería que si alguien se fijaba en mi sea por lo que yo era y no por como me veo, incluso si era para cosa de un rato como casi siempre. Pero esta vez quería lucir bien, no por Mario exactamente, sino para sentirme bien conmigo. A veces una chica necesitaba eso

- Gracias- respondí algo tímida

- ¿ No hablas mucho verdad?

En realidad me encantaba hablar

- Solo si tengo confianza

- Oh entonces no hay problema conmigo y dime linda... ¿ crees que este vestido le gustaría a tu amigo Daniel? Es muy guapo ¿ no? 

El vestido era bastante corto y dejaba al descubierto demasiadas cosas, estaba segura de que a Daniel le gustaría verla así. Asentí sin decir nada mirando con asombro el pedazo de tela que poseía en las manos 

- Deja que pague por tus cosas, tómalo como un favor de una buena amiga 

De todas formas yo no hubiese podido pagar el vestido sola. Me resultaba extraño que alguien que salía con lo que yo consideraba mi mejor amigo quiera llamarse mi amiga, era algo que no me esperaba. Tal vez había juzgado mal a Lydia 

 

La cena, como era de esperarse, era en un restaurante muy lujoso. Grandes arañas de cristal colgaban del techo, había unas columnas preciosas a lo largo de todo el lugar y cada una tenía pequeñas esculturas talladas, los manteles de las mesas parecían ser de terciopelo y había cubiertos de todos los tamaños

Lydia y y o fuimos las primeras en llegar. Mi amiga pidió una copa de champagne, al parecer estos lugares eran normales para ella, en cambio yo me sentía fuera de lugar. Tanta gente elegante, hablando sobre sus exitosas vidas y sus caros vestidos me hacía pensar aún más que este mundo necesitaba más gente honesta, más gente que se fijara menos en las apariencias.

Daniel apareció y al ver hacia nosotras se quedó con la boca abierta 

- Que linda- susurró 

- Gracias, tú también te ves guapo- le contestó Lydia

Toda esa escena hizo que yo sintiera que estaba de más, sobre todo cuando creí que el  cumplido iba para mi 

Para mi fortuna apareció Mario con un traje azul que le quedaba realmente bien, fui yo quién se quedó con la boca abierta al verlo. Su cabello negro y sus ojos cafés eran perfectos, él era perfecto 

- Me alegro que todos hayan venido- dijo sonriendo- sobre todo tú 

Hizo que me ruborizara con la última frase, era muy evidente su coqueteo hacia mi por lo que le sonreía y le miraba cada tanto durante la cena y el me guiñaba e ojo de vez en cuando con el acompañamiento de una sonrisa, él no necesitaba nada más que mirarme y yo ya estaba perdida

Daniel y Mario hablaron un rato acerca de motos, luego Lydia se puso a hablar de vestidos y como la alta costura ya no es lo mismo de antes, y yo simplemente comía el salmón en silencio. 

- ¿ Esta todo bien?- me preguntó Daniel susurrando mientras Mario le contaba a Lydia de las telas de su traje

Estaba todo bien, era sólo que la personalidad de Lydia a veces me agobiaba y si era honesta, Daniel no había sido el mejor compañero durante el día. Pensé que tal vez sólo estaba sensible y era por eso que tenía esas impresiones

- Si, sólo estoy algo cansada- le susurré 

- No creo que esta noche duerma en el apartamento, creo que probaré suerte con Lydia 

Me guiñó un ojo y dijo que él y Lydia debían retirarse. Vaya uno a saber que habrá tenido planeado, sólo sé que me dejó sola con Mario en ese lugar y comencé a ponerme algo nerviosa




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