El muro de los te quiero

Capítulo 6: Visita a la torre

Paseamos un rato más con Felipe por Mon Martre luego, es algo muy divertido de hacer si tienes un amigo que te compra chocolates. Volví al apartamento un poco tarde, sabía que Daniel era demasiado orgulloso para pedir disculpas así que antes de entrar intenté prepararme psicologicamente. 

De todas formas, nada podía prepararme para lo que vi en cuanto abrí la puerta. Daniel estaba en ropa interior, con gafas de sol y una escoba que usaba de micrófono para fingir que cantaba mientras se escuchaba a todo volumen una canción de Luis Miguel. Me quedé en la puerta sin saber que decir, era una escena realmente muy extraña. 

Él me vio y yo esperaba que apagara la música, pero en vez de eso comenzó a cantarme a mí. No pude evitar reír, empezó a hacer que me divierta y casi me olvido de lo que me había dicho la noche anterior. Además debo admití que era algo complicado no ver su abdomen marcado.

En cuanto la canción termino se acercó a mi sonriendo 

- Estaba de buen humor- me dijo y no pude evitar reír

- Lo he notado

- ¿ A donde te habias metido? Iba a decirte que hoy podríamos ver algunos lugares juntos

- Estuve... por ahí 

Él se encogió de hombros. Aunque el no me dijera que no estaba conforme, podía notarlo debido a que no estaba sonriendo como lo hacía habitualmente. Entonces recordé que en realidad estábamos en París, la ciudad de la luz, allí nunca era demasiado tarde

- Aún podemos ir a pasear juntos- le dije yo para volver a ver esa simpática sonrisa en el rostro 

 

Decidimos subir la torra Eiffel hasta el segundo piso, dónde se tiene la mejor vista de la ciudad. Era una vista realmente preciosa, ver todas las luces, los barcos iluminados en el sena, el arco de triunfo a lo lejos... era simplemente bellísimo. Hacía que tuvieras un aire de ensueño , era exactamente la prueba de lo que había dicho antes: Estamos rodeados de cosas bellas solo que a veces estan tan cerca que no las vemos 

- Esto es muy hermoso- le susurré a Daniel 

- Es cierto, estaba pensando en que cuando sea piloto podría venir aquí de vez en cuando 

- Es una buena idea- asentí 

Recordé lo que Mario me había dicho acerca de ayudarlo. No sabía exactamente si debía contarle, pero decidí que era lo mejor 

- Oye... Mario me ha dicho en la cena que tal vez podría ayudarte con eso de ser piloto 

- ¿De verdad? ¡Es fantástico!

Me abrazó de repente y no estaba segura de como reaccionar. No estaba acostumbrada a ese tipo de afecto. Sólo abrazaba a mi madre y a Felipe algunas veces pero no era algo normal en mi vida recibir abrazos, además no me esperaba eso viniendo de Daniel. Lo abracé también con timidez pero luego me aparté rápidamente 

- Si... bueno... hay un problema con eso: Yo debería salir de nuevo con él y no estoy muy segura 

Mi amigo abrió sus ojos muy grandes, casi sentía que le iban a saltar 

- ¿ Porque no estás segura? ¿ Estás loca? ¡ Es Mario Tarquez!

- Lo sé, es sólo que....

Me quedé muda. Es sólo que después de haber estado un año de novia y que me hayan dejado, tenía miedo de que alguien más me lastime. Las personas siempre se vuelven distantes cuando les rompen el corazón

- Puedes decirme

La mirada tierna de Daniel casi me hace llorar, yo era algo sensible cuando debía habar de eso. Aún más si era viendo la ciudad de París iluminada 

- Es sólo que siento que no soy nada comparado a otras chicas, siento que si él llegara a sentir algo por mi terminaría de la misma manera que termino antes: con mi corazón y mi alma destrozados en mil pedazos. No sé si quisiera eso de nuevo 

Esperaba con toda mi alma que Daniel dijera algo pero simplemente se había quedado mudo viendo la hermosa vista que tenía enfrente, reflexionando. 

- No creo que tengas algo por lo que temer, tú... no deberías sentirte mal por tu ex. No debes sentirte mal por lo que pasó sino sentirte agradecida de que algo pasó 

Recordé entonces que Daniel nunca se había enamorado, nunca había tenido un primer amor, aunque sólo yo sabía que a pesar de no haberse enamorado ya le habían roto el corazón.

Me mantuve en silencio hasta que fuimos a los jardines del trocadero. Quedaba justo enfrente de la torre, dejando una vista realmente hermosa de la misma. Daniel y yo nos sentamos en las escaleras y nos quedamos a ver el paisaje nocturno.

Después de un rato saqué mi teléfono y marqué el número de Mario 

- Sabía que llamarías- oí que decía al otro lado de la línea 

No estaba segura de que decirle, ¿ invitarlo a salir? ¿ preguntarle por Daniel? 

- Yo...eh...

- Si estás libre esta noche podría invitarte a mi hotel 

- Espera un momento 

Coloqué mi teléfono en mi hombro para que no escuchara cómo le pedía consejo a Daniel 

- Quiere invitarme a su hotel




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