El muro de los te quiero

Capítulo 8: Confusiones

Jamás me ha gustado creer en el destino, considero que si tienes una relación con alguien es porque la has construido, has luchado por ello y no porque " estaban destinados a estar juntos". Es por esto que me resultaba difícil asimilar mis sentimientos por Daniel, ya que tendría que luchar por él y no sabía como hacerlo exactamente. Jamás había tenido que confesarme a un chico, era algo que en cierta forma me aterraba, pero me aterraba aún más la idea de perder a mi mejor amigo. 

Llegué al apartamento con estos pensamientos en mi mente, y me di con que Daniel no estaba escuchando música a todo volumen como solía hacerlo, sino que estaba tocando una guitarra que sostenía en sus manos. Al verme entrar una gran sonrisa apareció en su rostro 

- ¿Que onda?- me dijo con tono simpático 

- Mario va a ayudarte con tu carrera de pilotos- dije sin rodeos- incluso si no salgo con él 

- ¿Y no saldrás con él? 

Me senté en el sofá a su lado. ¿ Cómo le decía que no quería salir con Mario porque tenía sentimientos por él? 

- Mario es un gran chico- expliqué- pero creo que una parte de mi deseaba que él fuera otra persona 

Daniel apenas me miro de soslayo y siguió tocando su guitarra. Al parecer o no quería preguntarme por el tema o simplemente, no le interesaba

- ¿ Estuviste tocando todo el tiempo?- pregunté para dar un tema de conversación diferente

- Así es, todo el tiempo. De todas formas esta guitarra me molesta, preferiría una eléctrica como la que yo tenía antes

- Oh si, en tu banda. ¿ Que sucedió con eso? 

- Sólo diré que necesitaba tomar demasiadas cervezas para tocar mejor y no era nada sano 

- ¿Tú? ¿ Cervezas?

Me asombraba que el chico que estaba obsesionado con cuidar su cuerpo hubiera tomado en gran cantidad esa bebida. él simplemente se encogió de hombros 

- Es tarde y aún no consigo dormirme- me dijo en un tono más suave 

- Podríamos ver una película- propuse 

Él asintió. Lamentablemente demoramos una hora en decidir la película, no podíamos ponernos de acuerdo con ninguna. Finalmente elegimos Animales fántasticos, de la saga de Harry Potter. 

Yo no creía en el amor, como ya dije muchas veces, pero cada vez que aparecían partes románticas en las películas se me iluminaban los ojos. En la vida real era imposible, pero en el mundo del cine todo podía pasar y a mi me gustaba verlo. En cada una de esas partes durante la película ( que no eran muchas, por cierto) Daniel dejaba de ver la pantalla, y a pesar de estar las luces apagadas, podía notar que me miraba a mí. 

Al día siguiente me desperté en su hombro. Al parecer me había quedado dormida. Esa sí parecía una escena romántica de película. Rodé los ojos y lo sacudí para despertarlo 

- Odio que me despierten así- gruñó 

- Pues mejor que te acostumbres- le dije riendo- ¿ que quieres conocer hoy? 

Horas más tardes nos encontrabamos en la Sainte Chapelle. Se trataba de una capilla cerca de la Consergerie, era realmente muy bonita, sobre todo por los vitrales en sus paredes. Según tenía entendido era un monumento muy importante en Francia 

Nos sentamos un momento con Daniel para apreciar cada uno de los detalles de los vitrales y créanme, eran muchos. 

- Debo admitir que fue una buena elección- le dije 

- Lo sé, siempre quise visitar este lugar con alguna novia. No es algo que se haya podido pero aún así me gusta conocerla

Sentí una punzada en mi estomago al oír decir esas palabras pero lo dejé pasar. Intentaba que mis sentimientos se fueran pero no lo conseguía. Su cabello negro, su actitud tan segura y sobre todo sus ojos eran el problema, podía mirarlo a los ojos sin miedo, como si pudiera contarle cualquier cosa

- Aún no entiendo- le dije- ¿Porque no buscas una novia? 

- Dentro de poco seré piloto, tendría que viajar por todo el mundo y no creo que ninguna chica acepté ir conmigo a todos lados 

Eso me había entristecido aún más. Ya era complicado y ahora se empeoraba cada vez más. ¿Cómo le diría que lo quería si sabía que después debía irse? 

- Se oye complicado- le dije suspirando

- Lo es. Pero si me agradaría una novia en estos momentos, o una moto, algo en lo que pueda montarme y divertirme 

Rodé los ojos. Me esperaba ese tipo de comentarios de él. Seguí mirando los vitrales un rato más aún asombrada por el lugar 

- Hey- me dijo mi amigo- nos quedan pocos días y había pensado en una sorpresa para ti 

- ¿Para mí? ¿Una sorpresa? 

No me esperaba eso, ni siquiera sabía que él haría algo por mí. Se sentía muy extraño pero a la vez muy agradable

- Si, sólo ponte un vestido elegante: Esta noche saldremos a cenar 

Me agradaba la idea de tener que buscar a Lydia de nuevo, tal vez ella supiera que hacer con mi problema 




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