Mi mate...
Salimos de la oficina de Damian, para dirigirnos a la sala. Y lo vi... un hombre alto, corpulento , cabello corto de color castaño, con unos ojos que irradian un color ámbar de ellos. Lo admito si se ve atractivo.
Empieza como a olfatear el lugar, se dirigiré hacia mi... Esto no puede ser, yo no puedo ser su mate.
Si realmente resulta que lo soy , lo tendré que rechazarlo.
–Mía ...– dijo gruñendo y dejando una mirada fija en mi, siento que me quiere devorar solo con la mirada. Debo hacerlo entrar en razón.
– Yo... no puedo ser tu mate– dije
– He dicho, que eres mía– dijo gruñendo
– Necesito que te relajes y debes escucharme por qué no puedo serlo – dije tratando de convencerlo
No salió como esperaba, de un momento a otro me tomo con sus manos y me llevaba hacia una habitación en el primer piso. Nadie me ayudaba... malditos alfas siempre haciendo lo que quieren.
–!Suéltame¡ – dije exaltada
–!No¡, te marcaré por que eres mía– dijo firmemente
Pero que le pasa a este animal diciendo semejante cosa.
– Te he dicho que me sueltes– dije ya enojada. Ya me estaba cansado de esto tuve que recurrir a mi única salida. Suspire y dije – Yo Alicia Montes exijo que me sueltes, si no se cumple mi petición haré que la guerra llegue a ustedes y no tenga piedad.– finalice con eso y solo tenia que esperar ahora.
A mi llamado llego tanto Damián como Aarón forcejeando con Matthew para que me soltara hasta que por fin me lograron alejar de él.
A veces es bueno tener tanto poder con solo decir mi apellido. No por ser una humana significa, que no pueda defenderme.
–Gracias por ayudarme...– dije cansada después de tanto forcejeo. Y continué diciendo de manera molesta – Bestia, que te crees tratando así a una mujer. Te dije yo no puedo ser tu mate lo más factible es que me rechaces y yo a ti. –
Me miro con una cara de dolor... Se que le duelen mis palabras pero no su culpa, realmente es esa conexión.
Nos quedamos en la sala sentados de mi lado Damián y Aarón, contrario nuestro esta Matthew. Ya se estaba calmando, sus ojos se tornaban azul. Al fin, hablaré con la persona y no con la bestia.
–Una disculpa por mi comportamiento pero me controlo por completo mi lobo.– dijo Matthew tratando de ser caballerosa.
*después de tal acto le costará mucho conmigo pero debo seguirle la corriente.* pensé
– Está bien, no te preocupes. Ahora necesito que me escuches... – dije
Pide que se retiren de la sala los demás para estar a solas. No me gusta la idea pero sabiendo cómo son ellos con el orgullo será mejor así.
– Me temo que nos hemos conocido en circunstancias no muy buenas. Y lo digo por el problema de su manada y ahora el problema de nosotros. – dije
–Acabas de decir que somos un problema... Eres mi mate, naciste para estar conmigo deberías solo aceptarlo y volverte mi luna – dijo
Que arrogante es...
– En mi familia no se permiten relación con ningún ser sobrenatural, tenemos un reglamento que está firmado directamente por el consejo sino cumplimos... cosas malas vendrán – dije –Por eso, Yo Alicia Montes te rechazo como mi ... – No pude terminar de hablar cuando de repente Matthew me silencia con su mano.
– No me importa, tu familia o el consejo. Eres mía y eso no voy a discutir contigo – dijo mostrándose enojado – Haré que cambies de opinión - término de decir, para luego retirar su mano de mi boca e irse en dirección a su habitación.
Esto no tenia que ser tan complicado solo era venir ayudar e irme y seguir mi vida como si nada. Tengo hablar con mi madre lo más pronto posible y que me ayude.
Amanda regresa y me guía hacia una habitación que es para los invitados. Le agradezco y cierro la puerta con seguro igual la ventana que tiene... no quiero sorpresas en la madrugada. Me dispongo a dormir.
Mañana será otro día...