Soledad
Interminables calles, donde por cada esquina brota la desesperanza,
ver niños siendo adultos y sus caras que expresan el dolor,
solo pido que esta agonía se vaya junto con el sufrimiento que habita en su ser,
y también este pesar, remordimiento o culpa que abunda en mi corazón al no poder hacer que estos rostros me muestren otro sentimiento,
y poder aliviar este vacío profundo que queda en mí.
Los frágiles niños desearon que llegara el mañana para un nuevo amanecer.