El Nativo

VIII

Todo sucedió de un instante a otro, todos estaban tan hipnotizados por la visión del nexo que ninguno se dio cuenta de la alerta roja que emanaba del panel de control. Al parecer no toda la electricidad había sido direccionada correctamente hacia el generador 2 y la máquina no pudo soportar toda la energía que producían las colisiones de los protones y antiprotones en su interior. Una pequeña fuga, una brecha electromagnética menor al tamaño de un átomo fue suficiente para liberarse.

La esfera se ennegreció, pero esta vez no desapareció, sino que reventó. Denaska lo único que alcanzó a ver fue la intensa luz que quemaba sus retinas.

Extrañamente despertó unas horas después e igualmente extraño es que aún podía ver, pero todo lo que sus ojos captaban era en extremo borroso o más bien como si una densa niebla llenase todo el ambiente.

Intentó levantarse, pero un gran dolor que le invadió por todo el cuerpo lo derribó al suelo de nuevo. Se quedó así durante un par de horas cuestionando si es que aún seguía vivo. Logró reunir las suficientes fuerzas como para pararse y ponerse a caminar. En solo un par de metros chocó contra una pared que no era capaz de ver, no es que la viera oscura, sino que veía a través de ella. Tanteó un poco la pared para ver si encontraba una puerta o algo que le ayudase a salir de su encierro.

Tras unos minutos de no encontrar nada fue que empezó a golpear el muro, primero débilmente, después con una creciente desesperación. Nadie atendía su llamado. De repente le regresó los sentimientos que tenía, aquel odio hacia su vida y la misión. Siente que solo ha tenido de lo segundo y nada de lo primero. Toda su vida había sido dedicada únicamente a sus misiones. Llegó a sentir una profunda dependencia al desarrollo del proyecto MATARY y ahora eso mismo es el causante de su sufrimiento. Estaba solo, atrapado, confundido y todo a su al rededor seguía nubloso, no creía que ninguno de los otros estuviese vivo. ''Desearía nunca haber terminado esa maldita máquina''.

Comenzó a gritar, arañar, golpear la pared ansiando, deseando, implorando porque alguien le ayudase o incluso que lo matase para que todo termine rápido. Se estaba cansando, pero la desesperación lo invadió de una forma tan profunda que encontraba fuerzas para golpear cada vez más y más fuerte. Pero nadie vino.

Pasaron varios minutos y la situación no cambiaba para él, hasta que de repente se detuvo un momento porque pudo ver una figura. Era una silueta claramente humana, pero no era capaz de verle ningún rasgo, solo lo veía como una sombra que le miraba fijamente.

Cuando su mente reaccionó reanudó los golpes, por fin había llegado la ayuda que anhelaba. La figura continuó observándolo, ignorando sus gritos. En un punto la figura miró hacia otra parte, como si estuviera buscando algo, Denaska se sintió aún más desesperado pues pensó que la figura se iría y lo dejaría morir ahí. Pero esto no ocurrió, la figura volvió a centrarse en él.

La figura continuaba sin hacer nada más que verlo y Denaska empezó a hacerse un pensamiento ''Si lo hubiera impedido... si lo hubiera impedido... si lo hubiera impedido...'' decía una y otra vez. Finalmente, sus súplicas fueron correspondidas y la figura se acercó a él con evidentes intenciones de abrir su prisión de muros invisibles.

''Si lo hubiera impedido... s i l o h u b i e r a i m p e d i d o . . . ''. Entonces la figura le dejó entrar.




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