El Naugrafo Maldito

Capítulo 2: Encuentro con los Experimentos en la Sala 16

Al llegar a la cima de la colina, tuvimos una vista panorámica. Era realmente hermosa las estrellas se visualizaban con claridad gracias a la poca luz de aquel tiempo, tan hermoso que fácilmente sería un momento romántico, castigablemente estábamos con la conmoción enzima el cual impedía disfrutar la vista, pero nuestra atención fue captada por un grupo de jóvenes que corrían hacia nuestra ubicación, clamando desesperadamente: "¡La gente debe saber la verdad! ¡La gente debe saber la verdad!"

 

Intenté calmarlos, recordándoles que por el momento debíamos concentrarnos en escapar. Mientras se consolaban entre ellos, una enfermera se apresuró hacia ellos para someterlos. En un intento de evitarla, me resbalé y caí en un pozo que estaba detrás de nosotros. Akeeva, quien me tenía de la mano, intentó detenerme, pero ambos caímos al pozo, cayendo en la oscuridad.

 

 Donde de manera repentina viajamos a otro momento viendo un barco de carga zarpando con niños dentro de él, en un instante el barco atravesaba grandes olas y un rayo cayó sobre el desatando una chispa, dándole un desequilibrio causando su hundir Akeeva me soltó de la mano y ambos nos caímos al agua, mientras caíamos, el impacto y la idea de estar ahogando en lo profundo del mar, causo que me desmalle.

 

Al despertar en medio de un lugar oscuro pude distinguir la silueta de una mujer con escamas. Al acercarme, me di cuenta de que era una sirena, completamente diferente a los cuentos de hadas. Era mitad mujer, mitad pez, con las manos unidas y el cabello maltratado. Estaba atada de manos y cola con cadenas, con una más alrededor de su cuello, impidiendo su movimiento. La escena era surrealista y aterradora.

 

En medio de mi sorpresa, retrocedí y choqué con Akeeva, soltando un grito tan fuerte que provocó el desertar de los demás soltando grandes gemidos de dolor en los monstruos del barco. Akeeva rápidamente tapó mi boca, recordándome que debíamos mantener la calma y continuar con determinación, siguiendo la trama profesionalmente en medio de este misterioso viaje en el tiempo.

En ese momento, Akeeva me preguntó cómo era posible respirar dentro de un escalofriante barco hundido con monstruos en su interior. Mientras reflexionábamos sobre esa incógnita, el sonido de cadenas arrastrándose por el pasillo nos llenó de escalofríos. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y la expresión pálida en el rostro de Akeeva no ayudaba a tranquilizarme.

 

Sin otra opción, giré para enfrentar el origen del sonido y me encontré con una chica vestida de blanco, con el pelo largo y negro que le cubría la cara. Sus brazos y piernas estaban encadenados, y su voz sonó angelical mientras nos hablaba: "Están aquí gracias a la piedra” susurro para decir en vos alta y un poco feliz “Han pasado más de 50 años desde un acontecimiento similar y que alguien intento liberarnos deberían irse, pero ¿cómo llegaron aquí?"

 

Nos quedamos desconcertados, sin saber cómo habíamos llegado a ese lugar.

La chica parecía tímida su piel era demasiado blanca que el reflejar de la luz en el agua se posaba sobre ella haciéndola lucir hermosa y misteriosa tenia tantas ganas de ver su rostro de la chica de cuerpo divino y sabía que yo no era la única a Akeeva también le llenaba de intriga verla.

 

 

Queriendo saciar nuestra curiosidad, en un impulso de valentía, levanté su cabello apartándolo de su rostro. Lo que vi me dejó perpleja: cicatrices, hinchazón y golpes marcaban su rostro. En ese instante, su expresión cambió por completo, transformándose en algo tan aterrador como los otros habitantes marinos del barco.

 

La chica se lanzó hacia mí, pero Akeeva rápidamente me atrajo hacia él, evitando mi segura muerte. En ese momento, supe que debíamos encontrar una manera de escapar de aquel barco maldito y regresar al presente.

 

Desconcertados y con el corazón lleno de temor, nos adentramos en los oscuros pasillos del barco. La atmósfera estaba cargada de una energía malévola y las sombras parecían cobrar vida. Cada paso que dábamos nos acercaba más al misterio de cómo habíamos llegado allí y cómo podríamos volver.

 

Mientras explorábamos, nos encontramos con más seres marinos deformados y perturbadores. Un hombre con escamas y dientes afilados como los de un tiburón emergió de las profundidades, rugiendo con ferocidad. Otros seres grotescos, con extremidades retorcidas y ojos desorbitados, acechaban en cada esquina.

 

Nos dimos cuenta de que estábamos atrapados en un mundo oscuro y retorcido, donde la realidad se había distorsionado por completo. Nuestro único objetivo era encontrar una manera de romper el hechizo que nos avía traído a dicho lugar y regresar al presente, lejos de aquel barco maldito y sus horrores.

 

A medida que avanzábamos por los pasillos infestados de monstruos, nuestros corazones latían con fuerza y nuestras mentes se llenaban de preguntas sin respuesta. ¿Podríamos encontrar una salida de aquel laberinto de pesadillas? ¿Encontraríamos el camino de regreso a casa? ¿porque aviamos sido enviados aquí?




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