El Naugrafo Maldito

Capítulo 10: la infancia de los 4 chicos.

Le pregunte segura pues la confianza ya emanaba en la sala, el con una mirada de tristeza se ríe y me dice “presta mucha atención no pienso volverlo a repetir” asentí con la mirada guardando silencio cuando estafen comenzó a hablar.

 

Hace más de 100 años nosotros cuatro aviamos sido abandonados en un orfanato o lo que parecía ser uno, al entrar nos dimos cuenta que no era un orfanato sino una plana de investigación con científicos lunáticos, que anhelaban una forma de conseguir la inmortalidad y experimentaban con los niños que crecían en él.

 

Claro no todo era mala los niños eran seleccionados según su intelecto y forma física así que si no cumplías con sus estándares tenías el privilegio de ser adoptado y tener una vida normal, lastimosa mente yo, luz y Sofía teníamos la misma edad crecíamos juntos éramos amigos y presentamos un examen que por mala suerte resultamos con buenas notas y fuimos seleccionados para su programa “para niños extraordinarios” que resultó ser un boleto a nuestro sufrimiento en ese lugar, experimentaban con niños, los torturaban física y emocional mente, los inyectaban y los sometían a pruebas.

Artos de ser sus juguetes intentamos escapas una noche ahí fue donde recogimos a Esmit quien era un bebe de solo 6 años bastante inteligente que estaba a punto de ser sometido a sustancias radioactivas al salvarlo sonaron las alarmas y en un intento de escape, fuimos capturados y llevados en un barco a otro laboratorio del otro lado del país, donde ocurrió un accidente.

 

Gracias a Sofía quien nos cuidaba como una madre y ayudaba, pero ella desapareció y Esmit y yo fuimos obligados a hacer lo que luz quería yo estoy aquí con los niños y Esmit es el perro de luz el devora a los que no la obedecen por seguridad todos se quedan en su zona y lo que antes era un lugar condenado pero feliz a solo dejar lo condenado.

 

Al terminar de contar eso sus ojos se llenaron de lágrimas, su hermoso rostro estaba llorando, las comisuras de sus labios temblaban la escena era enternecedora, abrace al chico lo puse en mi regazo el lloro y lloro, lo único que pude hacer fue acariciarle la cabeza hasta que se durmió, sus ojos estaban hinchados y sus labios mordidos su respirar era algo ahogada por el hecho de haber llorado, pero aún se veía hermoso lo acomode curiosamente en la cama y él no me soltaba de la mano así que me acosté a su lado para dormir.

 

Era de día la luz alcanzaba a llegar a llegar en lo profundo del mar atravesando la ventana y el rostro del chico que avía llorado la noche anterior era iluminando con dicha luz “yo me encargare de regresar todo a la normalidad” susurre a el chico dormido, al darme la vuelta para levantarme bosteza y contesta “pero no te dejare hacerlo sola”.

  

"Gracias, Estefan, por tomar la decisión de ayudarnos", le dije al chico con gratitud por su valiosa elección. En ese momento, él se acerca a mí y me dice que no hay de qué agradecer, ya que también se está ayudando a sí mismo y a sus niños. Nuestras miradas se encuentran, perdida en los verdes profundos de sus ojos, y siento cómo sus brazos me rodean, acercando nuestros cuerpos. Un palpitar emocionado se apodera de mi corazón, y su sonrisa ilumina el ambiente, creando un momento mágico y especial. Estoy a punto de cerrar mis párpados y dejarme llevar por el momento, cuando de repente…




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