El Nerd Que Hackeó El Corazón Del Popular

CAPÍTULO 14. Secretos y Pijamadas.

Últimamente, Luna se había vuelto más escurridiza.
Axel lo notaba, aunque ella intentaba disimularlo con bromas y risas nerviosas. Se ausentaba más de lo normal, salía “a estudiar” o “a ver una exposición de arte”, pero siempre regresaba con una sonrisa sospechosamente satisfecha.

Y la razón de aquello no tardó en descubrirse, aunque no fue Axel quien lo hizo.

Una tarde, mientras Kiel volvía del gimnasio, vio a lo lejos una figura familiar en la cafetería del centro.
Primero pensó que estaba imaginando cosas, pero cuando se acercó, no hubo duda: Luna y Noah estaban juntos, sentados frente a frente, riendo, compartiendo un batido con dos pajillas como en una escena de película barata.

Kiel se detuvo en seco, medio divertido, medio sorprendido.
Se acercó con calma, las manos en los bolsillos, y cuando ellos lo notaron, el silencio cayó de golpe.

—Vaya, vaya —murmuró Kiel, cruzando los brazos—. Qué coincidencia tan… dulce.

Luna se tensó al instante.

—Esto no es lo que parece.

Noah soltó una pequeña risa.

—Mentira, es exactamente lo que parece.

Luna le dio un codazo.

—¡Noah!

Kiel los miró, entretenido.

—Tranquilos, no voy a decir nada. No es asunto mío.

Pero Luna se inclinó hacia él, bajando la voz.

—En serio, Kiel… no se lo digas a Axel, ¿sí? Todavía no quiero que lo sepa.

—¿Por qué? —preguntó, algo curioso.

—Porque él es mi mejor amigo, y no quiero que piense que me olvido de él por andar con alguien. Y menos con tu mejor amigo —dijo, medio en broma, medio en serio.

Kiel asintió despacio. Entendía más de lo que decía.

—Tu secreto está a salvo.

Días después, Luna apareció con una idea “espontánea” (según ella).
—¡Pijamada en mi casa! —anunció, agitando su teléfono frente a Noah y Axel.

—¿Pijamada? —repitió Axel, desconfiando—. No somos niños.

—No, pero podemos comportarnos como si lo fuéramos —replicó ella con una sonrisa traviesa—. Noah va a venir… y también puede venir Kiel.

Axel levantó la vista en ese momento.

—¿Kiel?

Luna fingió naturalidad.

—Sí, ya sabes, para que no se sienta excluido.

Noah trató de disimular su sonrisa, pero fracasó. Kiel, que acababa de llegar, solo arqueó una ceja.

—¿Pijamada? ¿En serio?

—Exacto —dijo Luna—. Tráiganse mantas, comida chatarra y buena actitud. Nada de drama.

Cuando llegó la noche, Axel estaba convencido de que sería una velada incómoda, pero lo cierto es que algo dentro de él latía con anticipación. No entendía por qué. Tal vez por ver a Luna divertirse. Tal vez por curiosidad… o por el hecho de que, sin esperarlo, Kiel también estaría allí.

Y mientras la luna ascendía lenta por la ventana, en aquella casa iluminada por luces cálidas, cuatro caminos comenzaron a entrelazarse sin que ninguno de ellos se diera cuenta de lo que realmente estaba empezando.



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En el texto hay: skate, popular y nerd, lgtbq+

Editado: 28.10.2025

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