El Nerd Que Hackeó El Corazón Del Popular

CAPÍTULO 26. Actuación normal.

Ese día parecía un día cualquiera en el instituto, pero Axel sentía que cada paso estaba lleno de recuerdos del día anterior.
Intentaba actuar normal, caminando como si nada hubiera pasado, hablando con los demás sin temblar, pero por dentro su corazón no dejaba de acelerarse cada vez que recordaba la cercanía con Kiel en el almacén.

Kiel, a su lado, parecía tranquilo como siempre, moviéndose con calma entre los pasillos. Axel intentaba no mirar demasiado sus manos o la manera en que se inclinaba para recoger un libro. Todo tenía que parecer casual.

Durante el recreo, Luna se acercó con su sonrisa habitual.
—Oye, Axel, ¿ayer pasó algo raro? —preguntó, curiosa.

Axel tragó saliva y sonrió con normalidad.

—Eh… no, nada. Solo… ayudamos a ordenar algo.

Luna arqueó una ceja.

—¿Ah sí? Me parece que estaban bastante cerca, ¿no?

Axel sintió cómo el calor subía a sus mejillas.

—Nah, solo… coincidencia —respondió, fingiendo naturalidad.

Kiel soltó una pequeña risa al lado de Axel, lo que no ayudó a calmarlo. Luna lo notó y no pudo evitar sonreír.

—Vaya… parecen bastante cercanos ustedes dos.

Noah apareció en ese momento, sorprendido por la conversación.
—¿Cercanos? —dijo, mirándolos—. Nunca pensé que Kiel se comportara así con alguien… y Axel, bueno, ustedes se ven… diferentes.

—Es… algo nuevo —murmuró Axel, evitando mirar a Kiel.

Luna y Noah intercambiaron una mirada cómplice.
—Oigan —dijo Luna con entusiasmo—. Si vamos a estar así todos, podríamos hacer algo divertido este fin de semana. Un picnic, tal vez. Los cuatro.

Noah asintió, sonriendo nervioso.

—Sí, un picnic en el lago. Ah, pero no tiene que ser una cita para Axel y Kiel, ¿eh? Solo para que nos divirtamos.

Axel tragó saliva otra vez, intentando mantener la compostura mientras sentía que sus mejillas ardían. Kiel lo miró de reojo, divertido por la reacción silenciosa de Axel, pero sin decir nada.

—Perfecto —dijo Luna—. Entonces sábado por la tarde, lago, picnic, todos felices.

Axel asintió, intentando sonar despreocupado.

—Sí… genial.

Kiel caminó a su lado, cruzando los brazos, con esa media sonrisa que siempre hacía que Axel se sintiera torpe.

—Será divertido —dijo tranquilo—. Y no tienes que preocuparte.

Axel respiró hondo, intentando recordar que debía actuar normal. Pero por dentro sabía que ese picnic sería todo menos ordinario. Cada mirada, cada cercanía con Kiel, ya no se sentía casual.

Mientras los cuatro discutían detalles sobre la comida y los juegos, Axel intentaba concentrarse en lo que decían Luna y Noah, pero no podía quitar la sensación de que cualquier momento, cualquier roce o risa compartida con Kiel lo dejaría sonrojado otra vez.

Kiel, por su parte, caminaba a su lado con calma absoluta, consciente del efecto que tenía sobre Axel, disfrutando de la pequeña tensión silenciosa que surgía entre ellos sin necesidad de palabras.

El día siguió, y aunque Axel actuó con normalidad frente a todos, cada vez que miraba a Kiel, sentía un pequeño cosquilleo que no sabía cómo ignorar.
Y mientras Noah y Luna planeaban su picnic, Axel no podía evitar sonreír, nervioso y emocionado, por la idea de pasar más tiempo junto a Kiel.

Porque, por primera vez, la cercanía con alguien le daba algo más que miedo. Le daba ganas de quedarse allí, observando, escuchando, compartiendo silencios que decían más que cualquier palabra.



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En el texto hay: skate, popular y nerd, lgtbq+

Editado: 28.10.2025

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