El niño de los hilos de Oro

CAPITULO 9

A la mañana siguiente Bell se despierta de golpe y comienza a escuchar golpes en la tienda y lentamente va a revisar y ve al grupo del que hablo Rumpel asi que para no llamar tanto la atención salió por una puerta trasera y salió corriendo y mientras miraba atrás a ver si nadie lo perseguía, pero cuando vio de frente choco con una persona de un aspecto medieval y lo levanto:

-Estas bien no te vi de verdad lo siento.

-No te preocupes fui yo quien no se fijó, por cierto, que vestimenta tan mas peculiar.

La persona lo mira y se ríe:

-En si este es un uniforme, pero adaptado a unas necesidades, y bueno es mejor que me valla espero y volvernos ah ¿ver…?

Bell lo mira y sonríe:

-Mi nombre es Bell, es un gusto, pero me tengo que ir.

Bell se va corriendo y detrás de él lo siguen el grupo, rápidamente se desvió ah un callejón y los perdió de vista, tuvo que tomar otra vía para que no fuera detectado hasta que escucha la voz de Rumpel.

-Toma la ruta subterránea ser más seguro por ahí solo ten cuidado ya que están las vías del tren.

Bell baja hacia las alcantarillas y si nota las vías de tren, pero se quita rápidamente y va hacia la salida sin embargo lo que vio fue un callejón sin salida, pero cuando puso su mano en la pared se abrió un pasadizo secreto y cuando entro la puerta secreta se cerró y se encienden unas luces en su interior mostrando varios objetos antiguos y un coche de la época de la primera guerra mundial.

-Pero esto que es Rumpel?

Rumpel mueve unas cosas y el coche enciende:

-Los guarde en caso de que el mundo entrara en un apocalipsis, pero creo que estamos en esa situación asi que sube que este túnel llega hasta el otro lado de la frontera mexicana solo ten algo de cuidado ya que el túnel lleva años sin usarse.

Bell comienza a conducir y se adentra al túnel, pero el camino era algo complicado de manejar ya que había partes destruidas, al pasar casi 24 horas ya estaba a medio camino, pero necesitaba recargar gasolina y también descansar asi que se detuvo a medias del gran túnel y lleno el tanque con un tambo lleno de gasolina, y después de eso se acomodó en el coche y se fue a dormir. Mientras dormía nuestro protagonista comenzó a tener sueños sobre el futuro, pero no se veía con claridad tan solo mostraba una lanza, un eclipse y una gran sombra que cubría al mundo, aunque la persona que sostenía la lanza lo lanzaba hacia el otro lado dando un inicio nuevo a la tierra.

De repente Bell se despierta y ve que en sus manos salía liquido dorado, pero ese liquido regresa a su cuerpo sin embargo escucha que alguien viene y rápidamente se pone en marcha hasta llegar a la salida, pero antes de llegar choca con una pared y sale disparado saliendo del túnel, pero este se destruye:

-Bueno por lo menos nadie más podrá cruzar la frontera.

-Y vaya que sí señor Bell

Bell se levanta y se pone en modo de defensa y mira ah aquella persona que estaba entre las sombras de la noche.

-No te asustes muchacho, estoy de tu lado de momento.

-Quién eres tú?

Esa persona sale de las sombras, pero su vestimenta era como la de un mariachi, pero Bell sentía su poder.

-Algunos me llaman el diablo, otros la muerte, pero en estas tierras me conocen como el charro negro…

Bell se queda sorprendido, pero no guarda la guardia.

-Que es lo que quieres de mí y como sabias que venía para acá y que es lo que eres realmente.

El charro se le acerca y con cada paso que da deja un rastro de fuego en el suelo.

-Veras yo por lo general vengo por las almas de las personas que no cumplieron con su parte, pero este día es diferente ya que desde hace unos días sentí una energía más maligna que la mía y venia directo hacia aquí hasta que tu apareciste.

Bell baja las manos, pero sin confiar en el

-Pero que eres tú?

El charro se detiene y se pone firme y con una mirada firme y fría.

-Yo soy un ser que nació de la ira y obscuridad de los antiguos dioses de estas tierras, soy la misma rencarnación de todo lo malo que ahí en este plano terrenal, pero veo que no soy el único y a mí nadie… ¡Me quita ese puesto!

El charro prende en fuego y muestra su verdadera forma siendo un demonio obscuro rodeado de fuego, Bell cae al suelo al sentir el nivel de su poder y cuando lo observa lo que ve es a un ser de maldad e ira puras, pero se levanta y lanza hacia el charro un hilo de oro y lo enrosca para acercarlo hacia él y con una mirada de enojo y frustración le dice:

-No me importa si eres el mismísimo dios del infierno, me vas a ayudar y yo no voy a hacer ningún trato contigo lo único que quiero es terminar con este calvario y contrarrestar la paz de este mundo.

El charro se le queda mirando de una manera desafiante y para desatarse se transforma en una sombra y aparece en frente de él.

-Eres muy fuerte muchacho, te ayudare, pero cuando terminemos con esto quiero el alma de esa persona yo soy el único que puede tener esa energía y atormentar ah esta región.

Bell acepta asi que se van corriendo los dos a refugiarse en una choza abandonada, y ya estando ahí Bell se acuesta en el suelo y mira el cielo y también la luna y con un dedo pinta la luna de color amarillo brillante mientras que el charro ve lo que hace y lo mira.

- ¿Como obtuviste ese tipo de poder, porque veo que no te gusta tenerlo oh si lo disfrutas?



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En el texto hay: cuentos de hadas, magia, fantadia

Editado: 31.03.2025

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