Esa noche, junto al fuego, el hombre del paraguas azul apareció en los sueños de Ian.
—Tu música tiene poder —dijo—. Pero hay algo que debes saber:
Él levantó el paraguas y lo cubrió con luz azul.
—Hace años, yo también cuidaba a un niño que me necesitaba.
—¿Ese niño era mi padre? —preguntó Ian.
—Sí. Pero su camino se separó del mío. Tu padre quería protegerte… y ahora es tu turno.
Ian despertó con un nuevo propósito:
debía seguir adelante, no solo para encontrar a su padre, sino también para proteger a Clara, a los niños y su propia música.
Editado: 12.11.2025