Mientras exploraban un viejo desván en la cabaña, Ian tropezó con un tablero de madera oculto tras unas cajas de herramientas.
Al levantarlo, encontró un mapa antiguo, dibujado a mano, con rutas que se perdían entre montañas y ríos.
—Mira esto —dijo Ian, con los ojos brillantes—.
—¿Qué es? —preguntó Clara.
—No lo sé… pero parece un camino hacia algún lugar importante.
El mapa tenía una marca especial: un pequeño paraguas azul dibujado en tinta dorada.
—El paraguas azul… —susurró Ian—. Es él, o algo que él dejó.
Finn, Lyra y los demás se acercaron.
—Eso es un mapa del viento —dijo Lyra—. Apunta a lugares donde la música y los sueños se cruzan.
—¿Lugares reales? —preguntó Clara.
—Sí —dijo Hugo—. Pero solo los que tienen el corazón abierto pueden encontrarlos.
Editado: 12.11.2025