Esa noche, un anciano apareció en el claro donde acampaban.
Vestía túnicas verdes y un sombrero ancho, con ojos que reflejaban siglos de conocimiento.
—Veo que han pasado la prueba del valle —dijo—. No todos sobreviven a la sombra del miedo.
Ian mostró el colgante azul.
—¿Usted sabe del paraguas azul?
—Más que nadie —respondió el anciano—. Ese paraguas es un guía de almas y protector de los sueños. Pero solo funciona con quienes tienen corazón puro.
—¿Mi música tiene algo que ver? —preguntó Ian.
—Todo —dijo el anciano—. La música conecta los mundos y abre puertas que muchos ni siquiera saben que existen.
El anciano les dio un pergamino antiguo, lleno de símbolos y notas musicales.
—Esto les ayudará a seguir su camino —dijo—. Pero recuerden: el verdadero poder está en lo que sienten, no solo en lo que tocan.
Editado: 12.11.2025