Siguiendo el mapa, los niños llegaron a un valle cubierto de espejos naturales, como si la tierra misma reflejara cada pensamiento y recuerdo.
—Es… hermoso —susurró Clara, caminando entre los reflejos.
—Y peligroso —advirtió Ewan—. Cada espejo muestra lo que más temes o deseas, y si pierdes el equilibrio, podrías quedar atrapado en él.
Ian vio su reflejo con su padre a su lado, sonriendo.
Sintió un calor en el pecho y lágrimas que no pudo contener.
—Debo seguir adelante —dijo en voz baja—. No puedo quedarme aquí solo soñando.
Editado: 12.11.2025