Esa noche, Ian abrió la caja con cuidado.
Dentro había una fotografía antigua, un reloj de bolsillo y un fragmento de carta:
“Para Ian… algún día entenderás la música y la magia que llevas dentro. No temas buscar la verdad, aunque duela.”
Ian comprendió que su padre había dejado señales para él, guiándolo incluso desde lejos.
—Papá… —susurró—. Ahora sí te encontraré.
Clara lo abrazó.
—No importa lo que pase —dijo—. Lo haremos juntos.
Editado: 12.11.2025