Esa noche, mientras dormían bajo las estrellas, el paraguas azul apareció sobre ellos, brillando con luz tenue.
Ian soñó que caminaba por un sendero de luz, donde el hombre del paraguas azul le decía:
—Tu viaje solo comienza. Los secretos de tu padre y tu música están unidos. Debes seguir el camino del corazón.
Al despertar, Ian y Clara encontraron que el mapa mostraba un nuevo lugar: una isla en medio del lago, invisible durante el día y solo accesible por la noche.
—Esto… es increíble —dijo Ian—. Debemos ir.
—Y lo haremos —dijo Clara—. Juntos.
Editado: 12.11.2025