Ian y Clara descendieron de la montaña junto a Ewan y los otros niños.
El bosque parecía más vivo que nunca, pero también más peligroso: la sombra del enemigo que los había observado antes se sentía cercana.
—Debemos estar atentos —advirtió Ewan—. Este es el primer encuentro real fuera de los refugios seguros.
Ian sostuvo su flauta con fuerza.
—Estamos listos.
Editado: 12.11.2025