Al llegar, descubrieron un santuario tallado en la roca, cubierto de runas brillantes.
—Aquí se entrenaron los guardianes de generaciones pasadas —dijo Seraphine—. Sus aliados aún viven aquí, esperando el momento de proteger el paraguas azul.
Entre ellos, encontraron espíritus de guardianes antiguos que aceptaron entrenar al grupo, enseñándoles nuevas técnicas musicales mágicas y cómo defenderse de ataques más poderosos de Morvan.
Editado: 12.11.2025