Ian, Clara y los demás atravesaron el portal y llegaron a un mundo cubierto de nubes púrpuras y ríos de luz líquida.
—Nunca había visto algo así —dijo Ewan, maravillado—.
—Cada mundo tiene su propia magia —explicó Seraphine—. Debemos adaptarnos y aprender.
El grupo comenzó a explorar, encontrando criaturas amistosas que reconocían la luz azul de Ian y ofrecían guía.
Editado: 12.11.2025