El Niño Nuevo

Martes 18 de Febrero

 Martes 18/Febrero/2014

11:24 p. m.

No sé si el destino me sonríe o me está dando la espalda, pero últimamente me da igual.

Como puberta  de 17 años que soy, siento la necesidad de expresar lo que pienso, pero soy mala hablando, así que aprovechando que tengo un cuaderno vacío entre mis manos plasmare mis ideas aquí. En algo así como un diario.

Me ahorrare las presentaciones, se supone que esto es personal y se perfectamente quien soy y quienes aparecen aquí; además si alguien va a leerlo serán mis hijos dentro de muchos, muchos años más, y ellos también sabrán quien soy.

Hoy mi día comenzó a las 7:20 de la mañana, lo que me parece algo muy triste dado el hecho de que estudió en la tarde, pero empezó tan temprano gracias a que tenía que hacer un dichoso trabajo  en casa de Iker, quien no vive lo que podría decirse cerca. Iker es mi amigo, estudiamos en la misma preparatoria desde hace algún tiempo..

Y bueno, de la misma manera, como cualquier adolescente de 17 años no hicimos nada de la tarea a pesar de que estuve en su casa de 9:00 de la mañana a 1:30 de la tarde. Pero no solo perdimos el tiempo en su casa, también lo perdimos en un parque de por ahí, un poco antes de irnos hacia la escuela y no hicimos absolutamente nada interesante. Iker se fue con Sofía, su novia y una de mis mejores amigas. Pero no me quede sola, Lizeth, otro miembro de la pandilla, se quedó conmigo y hablamos el único tema interesante de estos últimos días: Sebastián.

Sebastián es el nuevo alumno de la preparatoria, llegó hace dos meses aproximadamente, tiene finta de alumno ejemplar pero realmente es lo que podría llamarse un muchacho... ¿Desastroso? ¿Rebelde? ¿Patán? ¿Niño cliché de una mala novela? Creo que ese último término es lo que más se le acerca, pero bueno si tú eres de esas personas que juzgan a un libro por su portada y llegas a ver a Sebastián caminando por ahí creerás que es de esos alumnos que no se saben defender, ya que usa lentes y camina con un perfil bajo, pero, si me preguntan a mí solo es cuestión de ver su sonrisa para darse cuenta de que él es un auténtico "busca problemas".

Supe eso en cuanto entró a la escuela.

Fue hace unos meses, tal vez allá por Noviembre del año pasado, estábamos en clase de español, mi materia favorita. Literalmente yo tenía mi cabeza metida en un libro, cuando él entró al salón. La maestra lo saludó sonriente y le pidió que se presentará.

—Soy Sebastián Márquez— Su tono era serio, y yo se lo estaba creyendo. Actuaba correctamente cuando la maestra le hacía alguna pregunta, se acomodaba sus gafas ocasionalmente. Todo fue cuestión de que alguno de mis compañeros hiciera algún comentario estúpido para que él soltara una carcajada y por fin sonriera. Y fue su sonrisa, la que me hizo darme cuenta de que él no era lo que aparentaba. Fue su sonrisa la que me hizo desear conocerlo. Su sonrisa me hizo sospechar que detrás de sus ojos tristes existía una historia que nadie sabía. Y yo quería ser la primera en conocerla.

En fin, es carne fresca, y el hecho de que parezca el matadito del salón no significa que él no sea atractivo, sino todo lo contrario, es demasiado guapo en todos los sentidos, y es parte de mi grupo de amigos, mi "pandilla" por así decirlo, ¿Imaginas lo orgullosa que estoy de eso? Le habló con total fluidez al chico que muchas con solo verlo comienzan a tartamudear. No voy a mentir, a mí también me gusta, y mucho, de hecho comienzo a creer que soy bastante obvia y que ya se dio cuenta, pero bueno no haría ningún daño si por una vez es la chica la que conquista al chico.

Llegamos al instituto dos minutos antes de que se escuchará el timbre de entrada, y siendo sincera yo ni siquiera quería llegar. En la segunda hora había examen, y como podrías imaginar no había una sola alma que hubiera estudiado con anticipación, toda la clase se puso a estudiar, aunque la mayoría buscaba que fuera yo la que les ayudará a estudiar, porque la matadita del salón, por desgracia soy yo. Pero solo le ayude a uno que otro pobre que en verdad se le dificulta la materia, y no es como si yo hubiera estudiado mucho. Aun así, el examen estuvo demasiado fácil, no entiendo porque todo el mundo estaba tan preocupado.

Mañana, Sebastián y yo haremos algo así como campaña ya que tuve la fortuna (o desfortuna) de ser elegida candidata a reina junto a él para el baile de corazones de la escuela, pero ninguno de los dos estamos emocionados; yo pudiera estar dando de brincos por el hecho de que sería muy romántico bailar junto a él en una baile de este tipo, pero simplemente yo no puedo sentirme cómoda en lugares así, por lo que que tengo planeado simplemente no asistir al baile y casualmente aparecer en un otro lado totalmente distinto.

No entre a la última clase, de hecho, debería estar ahí pero estoy segura de que no veremos nada importante, así que estoy aprovechando la luna y el aire para escribir un poco, supongo que es una buena manera de empezar con esto.

Compré esta libreta ayer por la noche, decidida a hacer una disciplina y mejorar en mi escritura.




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