El Niño Nuevo

Sábado 22 de Febrero

 Sábado 22/Febrero/2014

Puedo jurar y gritar a los cuatro vientos que no estoy enamorada de Sebastián, pero las hojas anteriores demuestran lo contrario. Y odio eso. No quiero creerme "única y especial" pero no juego al decir que no soy muy amante de lo cursi, y para mi desgracia, cuando alguien me gusta parece que el espíritu de lo dulce y empalagoso se apodera de mí y comienza a escribir puras tonterías.

Si algo estoy tratando de aprender es a no dejar que el corazón escriba, los sentimientos son menos fuertes cuando aún no se admiten. Además, debo mantener la cabeza fría, mi mayor debilidad sería enamorarme, los pensamientos se me nublan cuando eso pasa, y solo cometo errores. Ha pasado antes, y no quiero permitir que pase de nuevo.

Los sábados en la mañana son para descansar y levantarse tarde. Sin embargo mis sábados son para levantarme temprano y matarme en el entrenamiento del equipo de fútbol. Sin ganas de nada, tomé la blusa roja del uniforme y la pantalonera que había dejado en el sillón una noche antes. Amarré mi cabello en una coleta alta y deje un poco de fleco enmarcando mi rostro. Totalmente lista para una sesión de ejercicio.

De todas maneras, ni siquiera tengo idea de cómo termine en el equipo, realmente nunca he sido muy atlética, no me gustan los deportes, sin embargo Sofía entró al equipo después de meses de intentarlo, y este año ya era capitana, se estaba cumpliendo uno de sus más grandes sueños, pero estaba por desaparecer porque faltaba un integrante para que el equipo permaneciera. Y la capitana pensó en mí, y no pude decir que no.

Llegué uno minutos antes al entrenamiento, pero Sofía y Lizeth ya estaban ahí. Sofía se miraba muy nerviosa.

- ¿Nadie notó nuestra ausencia?— dijo en cuanto me vio. Sonreí, ella no estaba hecha para escapar de la escuela. Yo tampoco, pero al menos yo lo aceptó.

—Solo Sebastián, pero no le importo mucho—Sofía suspiró aliviadamente, pero cuando mencioné a Sebas, algo en la mirada de Lizeth cambio.

- ¿Y el examen? ¿Fue difícil?—

—La maestra se entretuvo contándonos su "interesante" vida y olvidó por completo el examen—

—Qué alivio—Lizeth puso los ojos en blanco. Ella consideraba que Sofía y yo éramos demasiado inocentes, demasiado ingenuas.

—Yo hubiera preferido el examen—

—Y una vez más, compruebas que eres una aburrida— Sonreí satisfecha a Lizeth. Sus palabras no me afectan, estoy consciente de que ella no es de las que rompen el silencio para decir algo edificante. — Entonces, ¿Sebastián si entró?—

—Sí, no es tan irresponsable como parece—

—Y tampoco es tan mal besador como aparenta—Aunque quise, no pude disimular mi sorpresa. Y Lizeth disfrutó eso.

Las adolescentes de hoy en día somos sumamente irresponsables. El equipo de fútbol consta de aproximadamente 11 elementos, a los entrenamientos por lo general asistimos solo 6, supongo que pueden imaginarse cuán enriquecedores son.

El equipo de fútbol, ha sido el sueño más grande de Sofía desde que la conozco, sin embargo ahora que es la capitana, el brillo en sus ojos ha desaparecido, realmente quedó muy decepcionada de lo que era su sueño. Y supongo que de eso trata la vida en sí, de tener sueños y esperar que cuando se vuelvan realidad, simplemente no te decepcionen.




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