Sábado 01/Marzo/2014
11:02 p. m.
Es bonito cuando ves cómo los sueños de alguien más comienzan a tomar forma.
Por primera vez en meses, asistió al entrenamiento el equipo de fútbol completo. Sofía no podía ocultar su emoción; en unos meses será nuestro último partido de la graduación y todas estamos muy nerviosas.
Aun no puedo creer que estoy por dejar atrás la preparatoria, sé que los amigos "siempre" van a estar "ahí", pero más que nada, siento que he dejado una parte de mí aquí. No soy la misma niña tímida que entró a los 15 años, sé que he cambiado, pero jamás sabría decir cómo ni por qué, solo sé que pasó.
Y hablando de cosas que pasan, los ensayos de teatro no son lo mismo desde que Sebastián se fue. Parece ser que los demás integrantes de la obra, incluso el profesor, también lo extrañan. O al menos eso quiero pensar, no quiero extrañarlo por algo más, lo único que extraño es su manera de actuar en la obra. No extraño la manera en que sonríe cuando me saluda, ni como se acomoda sus lentes cuando está nervioso. No extraño sus enormes ojos color avellana, que brillan cuando habla de alguna historia tonta y se apagan cuando menciona a un amigo suyo que ninguno de nosotros conoce, no extraño como muerde sus labios cuando comienza aburrirse, ni como juega con sus dedos cuando se impacienta.
Y mucho menos extraño la manera en que me mira cuando cree que no me doy cuenta.