Sábado 22 de Marzo

 Sábado 22/Marzo/2014

10:22 p. m.

La mayoría del tiempo, me importa muy poco lo que llevó puesto. Puedo usar vestido, o jeans gastados en la ocasión que sea, lo que verdaderamente me importa es sentirme cómoda. Pero hoy al estar frente al armario, sentirme cómoda fue en lo último que pensé.

Quería verme bonita.

Quería que al verme Sebastián pudiera quedar sorprendido.

Me probé prenda tras prenda, y nada me convencía; me desplome en la cama, jamás imaginé que buscar que vestir fuera tan frustrante y agotador.

—¿Piensas ir a la fiesta de tu amiga?— Dijo Mary, entrando en mi habitación.

—Ya lo estoy dudando— dije, con las manos sobre mi cabeza.

—¿Por qué? ¿Peleaste con ella otra vez?— Mary se sentó a lado mío, mirándome divertida.

—No, solo no sé qué ponerme—

—Y, ¿Desde cuándo eso te importa? Es por ese chico... ¿Santiago?—

—Sebastián— Corregí yo— Y si, es por él, bueno, no exactamente, es decir, solo quiero verme bonita, es por mí—

— Pues, eres bonita, no sé porque te estresas tanto— Mary se levantó y comenzó a sacar cosas del armario, mostrándome varias opciones, combinando aquí y allá, cuando por fin me decidí a usar unos jeans con una camiseta a cuadros azules, ella se ofreció a peinarme y maquillarme. Me hizo una coleta alta, y un maquillaje bastante natural, y claro, me hizo prometer que podría usar mi ropa por una semana.

Llegué poco después que Iker y Sofía. Lizeth se veía un tanto nerviosa, su novio no llegaba, yo me arriesgué a preguntar por Sebastián.

—Pasó en la tarde a dejarme un regalo y se fue, pero no te preocupes, prometió que volvería— No volvió, lo buscaba cada que alguien entraba a casa de Liz, cada que se escuchaba algún carro pasar, pero no, nunca llegó. El novio de Lizeth tampoco llegó, a ambas se nos notaba un semblante sombrío.

Sofía e Iker trataron de divertirnos, jugando a las cartas o cantando en la rockola que su familia había rentado, y si nos divertimos, pero, aun así, se sentía un vacío, el vacío que se siente cuando te das cuenta de que no importa cuán enamorada estés, si la otra persona no te corresponde el amor que tu sientes, no existe.