Martes 10 de Junio

Martes 10/Junio/2014

10:13 p. m.

Hoy decidí desaparecer. Creo que mis amigos tenían planes para hacer algo, pero preferí estar sola.

Camine hacia el primer parque que encontré, para mi fortuna, estaba bastante solitario. Me senté en uno de los columpios y comencé a mecerme al ruido de la música que escuchaba en mis audífonos. Y comencé a pensar.

Falta poco para que presenté el examen de admisión, y aunque estoy llena de ansiedad, no estoy segura de querer quedarme en la facultad de ingeniería. Es decir, no quiero dedicarme a las máquinas por el resto de mi vida. Las letras son mi pasión, fluyen los versos cada que toco un lápiz y un papel. Me falta tiempo para narrar todas las historias que guardo en mi cabeza. Quiero llegar a publicar varios libros. Pero, ser escritora, no es una carrera real, son solo sueños tontos; o al menos eso dicen mis padres, así que si quiero llegar lejos y ser alguien en la vida tengo que esforzarme para ser una buena ingeniera, aunque no me agrade.

Pero por otro lado, entrar a la Universidad me emociona, quiero dejar estos tres años atrás de una vez por todas. Olvidar todo. Renacer en otro lado. 

Volverme a encontrar.