Sábado 19/Julio/2014
11:44 p. m.
Quedan 22 días de vacaciones.
El tiempo está pasando demasiado rápido. Mis padres están discutiendo demasiado otra vez, y yo no tengo a quien acudir, de nuevo me encuentro sola, o al menos eso pensaba.
— ¿Qué tienes?— Me preguntó Tamara, alrededor de medio día.
—Nada, supongo que solo estoy algo asustada— Mi madre preparaba la comida en la cocina y Mary había salido con unas amigas, así que me tire en su cama mirando hacia el techo.
— ¿Por qué?— dijo, sentándose en la orilla de la cama.
— ¿Acaso tú no estás asustada? Es decir, estamos por entrar a la universidad. A partir de aquí comenzaremos a formar realmente nuestra vida— explique levantándome para mirar su reacción a mis palabras, sin embargo ella lucía tranquila.
—Estoy emocionada, muy emocionada. Pero no asustada, estoy segura de que tome la mejor decisión al elegir mi carrera, si estas segura de hacia dónde vas, no tienes por qué temer—
—Creo que ahí radica el problema. No estoy muy segura de hacia dónde voy— Tamara me sonrió y me abrazó enseguida, pude soltar un suspiro y relajarme por un momento.
—Hoy, habrá un evento especial en el grupo juvenil de la iglesia a la que asisto, ¿Por qué no me acompañas?— Me puse de pie, un poco distante, Tamara siempre estaba hablando de ese grupo, tanto que en ocasiones cansaba.
—No lo sé Tammy, no creo que sea mi ambiente—
—No perderás nada con ir Déb, nos iremos a las 5:30—
Pude haber dicho que no, y seguir encerrada en mi habitación como llevaba haciendo todo el verano, pero decidí acompañar a Tammy.
El evento especial tendría lugar en el centro deportivo de la ciudad, así que me puse una pantalonera antigua de la preparatoria y una blusa blanca a rayas rojas, ate mi cabello en una trenza y salí junto a Tamara.
Todos en el lugar se veían bastante amigables, una rubia de ojos castaños es a la que todos seguían como "líder" del grupo.
Todos estaban sentados bajo la sombra de un árbol, charlando amenamente de los logros de cada uno en la semana.
— ¡Hola Tamara!— dijo la mujer que encabezaba el grupo, rubio y unos años más grande que nosotras — ¿Quién es tu amiga?
—Es Débora, ya les había contado antes que vivo con ella, hoy se animó a acompañarme— Esperaba que todos dijeran "Hola Débora" al unísono, como hacen por lo general en los grupos de apoyo, sin embargo solo me sonrieron y siguieron escuchando a quien hablaba antes.
Durante toda la tarde, charlamos, comimos y cantamos, y al final uno de ellos, Gael, se ofreció a llevarnos. Quizá, me siento más sola de lo que realmente estoy.