Lunes 26/Enero/2015
10:20 p. m.
Justo cuando comienzo a quererlo una vez más, se aleja de nuevo.
Lizeth llegó poco antes de que el sol se ocultara, no hubo necesidad de que tocara la puerta porque yo iba llegando de la tienda cuando la vi frente a mi casa.
― Hola― dije mientras la abrazaba fuertemente.
― Necesito hablar contigo― Su voz fue dura, mi piel se erizó. Ambas decidimos sentarnos sobre la acera. Liz estaba inquieta, y yo la miraba expectante.
― ¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda? ― Ella me sonrió, pero su sonrisa estaba llena de sombras.
― Promete que nada cambiara entre nosotras después de esto― Eso me confundió aún más. ¿Que podía cambiar entre nosotras? Es decir, con suerte hablábamos, nuestros rumbos ahora eran demasiado diferentes, ¿Acaso ella sentía un lazo de amistad fuerte todavía?
― Lo prometo― Dije, con seguridad.
― Me acosté con Sebastián― Lizeth bajo la mirada al suelo. Yo mantuve mi vista al frente, casi en estado de shock.
El lazo de amistad entre ambas se había debilitado, pero esto lo había terminado de romper.
Lizeth era mi amiga, y sabía cuánto había estado enamorada de Sebastián alguna vez, incluso, según sé, en su mente yo sigo enamorada de él.
Sebastián, él sabe que lo quise mucho y sabe que ella es mi amiga. Terminaría por enterarme. Quizás lo hacía con esa intención, con la intención de herirme a grado de querer olvidar que alguna vez lo conocí.
― Entonces, ¿Es oficial? ¿Son pareja? ― Sonreí al mirarla, manteniendo todos mis sentimientos a raya.
― No― susurró en un suspiró ― Él no quiere tener una relación, fue algo solo de una noche. Pero supongo que no podía esperar nada más de él― Se acercó hacia mi buscando un abrazo, pero hice como si no entendiera.
― Sí, supongo que hay gente que no puede evitar ser así― Me levanté y entré a casa, no pude despedirme de Liz, mi corazón no tenía fuerzas.
Subí a mi habitación, aún sin llorar; pero había un vacío. Mi corazón ya estaba roto, pero en el fondo, Sebastián seguía siendo mi ideal. Y eso se habia caido hoy.