05 /Febrero/2015
11:00 p. m.
Estaba llena de expectativas y llena de miedos también.
El ambiente de la facultad de letras, era totalmente distinto al de la facultad de ingeniería.
El asunto comienza en que, por desgracia, hay más mujeres que hombres. No me siento tan cómoda entre ellas, pues es más fácil comparar y buscar imperfecciones en mi persona. No importa la edad, la autoestima siempre es frágil.
Pero, a pesar de el cambio de ambiente, el cambio de lugar y de materias, al fin, sentía que estaba donde tenía que estar. Tal vez era el primer día de clases, pero ya sentía como mi corazón gritaba que pertenece aquí.