01 de Abril del 2015
03:12 p. m.
Las personas llegan y se van. Están en constante cambio. Los amores, los amigos, la familia.
Se van los padres, pero se quedan los hijos, se va un amor y llega uno nuevo. Los amigos cambian, un día están unos, al siguiente son otros totalmente distintos.
No puedo negar que extraño a Lizeth, a Sofía y a Iker. Incluso extraño a Diego; pero llegó un punto de mi vida en que ya no estoy buscandolos en cada oportunidad. Entendí que cada momento fue especial con cada persona, pero que no puedo estar estancada en el pasado, es necesario avanzar, y en el camino encontraras con quien compartir la experiencia.
Y encontré a las compañeras de esta parte del camino de mi vida.
Hoy en la mañana, me encontré con ellas en el café “Castillo’s” al centro de la ciudad. Fui la última en llegar, pues la puntualidad no ha sido mi fuerte estos días.
Verlas me lleno de paz, charlaban animadamente.
Andrea sonreía ampliamente, mientras se acomodaba su largo cabello negro tras la oreja, según parecía por algo que había dicho Jenny, quien deslumbraba con su estilo de vestir tan único . Valeria las miraba sonriente pero tranquila, Leah y Emma reían a carcajadas.
Tengo poco de conocerlas, pero el cariño que les he tomado es sincero. Son leales, amigables y de buen corazón. Son divertidas y siempre me hacen pasar un buen rato, y se que en los malos momentos tambien estaran para mi.
Son excelentes compañeras, y quien sabe, quizás ellas si sean para toda la vida.