El Niño Nuevo

16 Junio 2015

 16 de Junio del 2015

10:54 pm

Meses de lindas citas.

Comer helado, caminar, peliculas, jugar videojuegos, una elegante cena por mi cumpleaños.

Éramos los mismos amigos de siempre, pero se sentìa tan diferente. Mi paranoia, me hacía pensar que tuviera cuidado, pues los sentimientos que comenzaban a florecer en mi interior podía ser unilaterales nuevamente.

Pero, no fue así.

Hoy, Sebastián y yo quedamos en vernos el el centro de la ciudad. Era la primera vez que no se ofrecía a ir por mi al salir juntos, así que estaba nerviosa por su cambio de actitud.

Mis nervios aumentaron cuando ya habían pasado 15 minutos y el no aparecia. Revisaba cada minuto mi telefono en busca de algún mensaje suyo, pero nada.

De repente, sentì una respiración en la espalda, y antes de girar, unas hermosas margaritas blancas estaban frente a mi.

― Perdona la tardanza, pero quería que las flores llegaran frescas― Las tome y me girè para abrazar a Sebastián.

― ¡Gracias! ― Grité emocionada ― ¿A que se debe el detalle? ― Sebastián sonrió de lado, lo notaba nervioso. Me dio la mano y guardó silencio hasta que nos sentamos en una banca debajo de un árbol.

― Eres la mejor amiga que una persona podría desear, pero para mi, sería una condena tenerte a lado mío toda mi vida solo como amiga― Con cuidado, sostuvo mi mano y me miró a los ojos ― Débora ¿Quieres ser mi novia?

Sonreí. Lo besé.

Lo bese tan tranquilamente que pude sentir por fin que significa que el amor para el tiempo.

― Si quiero― dije separandome milimétricamente de él, y luego lo volvì a besar.




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