Emma Russo
Salgo de la cocina con una bandeja en las manos, prepare un delicioso té para Eva y para mí y pues un café un poco salado para mi cuñadito.También saque la tarta que antes había preparado.
—Ya estoy aquí —digo apenas entro a la sala.Pongo la bandeja en la mesa y le doy la taza de té a Eva, la de café a Lombardi y me siento en el sofá con mi taza de té.
Estoy que no me aguanto la risa.Perdida en mis pensamientos hasta que levanto la cabeza y chocar la mirada con él, tiene una expresión tan oscura en su cara que asusta.Me mira con tanta intensidad que me siento cohibida en mi propia casa.Con discreción dirijo mi mirada a Eva la cual está disfrutando de su té.La sala está sumida un un silencio sepulcar solo se siente el sonido de nuestras respiraciones, me fijo en la taza de café del señor sentado frente a mí, la cual no ha sido probada.
—¿No le gusta el café señor?—pregunto cautelosa .
Eva sale de sus pensamientos dirige su mirada a su novio y responde.
—¿No te gusta el café que preparó mi hermana cariño?
—Ni siquiera lo ha probado para saber que no le gusta.—ataco.
—Es algo interesante lo que ha dicho usted señorita.No podemos juzgar las cosas sin conocerlas.¿No está de acuerdo conmigo señorita?—pregunta sínico .
—Por supuesto que estoy de acuerdo— respondo —pero en ocasiones hay cosas que no se desean conocer señor.
Este se ríe y me mira directo a los ojos una mirada cargada de rabia contenida.
Eva sigue perdida no nota para nada las miradas de puro odio que su noviecito y yo nos lanzamos.
El señor Lombardi dirige la taza de café a sus labios, le da un sorbo y su rostro sigue inexpresivo.No hace ningún maldito gesto de asco ni disgusto todo lo contrario luego de tomar la taza de café que le prepare y a la que me asegure de echarle sal en vez de azúcar sonríe.Si sonríe en mi cara, en mi propia cara se ríe de mi .
—¿Y, estaba bueno?—pregunto
—Delicioso—responde con una enorme sonrisa en sus labios.
Estoy un poco sorprendida la primera vez que ví a este hombre era todo un bloque de hielo sin siquiera sonreír un poco, que en un solo día me sonría tanto me deja estupefacta.No puedo creer el sinismo e hipocresía de este hombre.
Este se levanta y dice en voz alta.
—Bueno Eva yo ya me tengo que ir.Es un poco tarde y mañana tengo trabajo.
Eva se levanta y se engancha de su cuello despidiéndose de el con un beso en la boca, dejo de mirar el afectuoso momento cuando no aguanto más, siento un nudo en el pecho no se ni por qué.
—Mi amorcito¿Vendrás mañana verdad?—oigo cómo Eva le pregunta.
—Tal vez, si tú hermana vuelve a preparar un café tan delicioso como este no dudaré en venir.
Cuando acaba de decir esas palabras algo en mis adentros se revuelve y lo miro con suficiencia.Él me mira por una fracción de segundo y luego dirige su mirada a Eva la que habla cosas inentendible para mí que tengo un brollo en mi cabeza por sus palabras.
—Que tenga buenas noches señor.
Hago el intento de irme pero su voz me detiene.
—¿Podrías acompañarme a la puerta?
Lo miro indignada, espere que está noche no viniera más que se molestará y que saliera furioso de aquí, pero no resulta ser que tendré que trabajar más duro para que este hombre se vaya de nuestras vidas.Luego de una sección de besos la cual tengo que presenciar él se dirige a la puerta seguido por mí.No se cuando fue que la relación de Eva y este sujeto avanzó tanto, antes Eva ni siquiera hablaba de su relación y hoy en día tengo que presenciar su sección de besos .
—Estás actuando como una niña malcriada que no quiere que su hermana sea feliz —mis pensamientos son interrumpidos por la voz del señor Lombardi lugo de haber llegado a la puerta.
—Al contrario estoy cuidando de su felicidad, yo sé que mi hermana no va ha ser una mujer feliz a su lado.Usted es un hombre frío e inexpresivo y mi hermana es una muchacha muy dulce para usted.
—No eres nadie para interferir en la vida de tu hermana ella es una mujer echa y derecha como para decidir que personas entran en su vida .
—En eso te equivocas yo si tengo el derecho de interferir porque soy su hermana.
—Una hermana muy inmadura, insegura e irresponsable.Creo que ya entendí porque Eva vive tan pendiente de tí, eres una muchacha que no sabe cuidar de si misma.Eres una niña.
Sus palabras me destruyeron, algo dentro de mi se rompió completamente.Estoy roja de la rabia que tengo encima y mis ojos pican, pero me aguanto la lágrimas no voy a permitir que me vea en este estado .Sali detrás de el que ya estaba caminando a su auto y con mi mano lo volteo hasta quedar frente a mí con una expresión de sorpresa y rabia .
—Usted no es nadie para hablarme de esa forma.
—Entonces comportate como tal.Deja de actuar como una niña malcriada queriendo decidir sobre las relaciones de tu hermana.
Cuando termina levanto mi mano y lo abofeteo, una bofetada tan fuerte que le volteo la cara y mi mano arde estoy segura que deje mi mano marcada en su perfecto rostro.Siemto el sonido de mi corazón galopar en mi pecho, tengo la adrenalina en mi cuerpo.Lombardi vira su cara lentamente hasta chocar sus ojos con los míos y mirarme con sorpresa ,furia y algo más que no logro ver sus ojos son verdes pero no sé si es por la poca iluminación de la calle que sus ojos parecen dos pozos vacíos sin fondo.Me toma por la cintura y me pega a su cuerpo y yo jadeo por la sorpresa mi cara impacta con su musculoso pecho no soy pequeña, pero realmente este hombre es muy grandez puedo sentir su bazo rodearme y con su otra mano me levanta el mentón para ver esos ojos que ya me están volviendo loca.Acerca sus labios a mi oído y me susurra.
—Nunca más te atrevas a tocarme otra vez por qué te juro que no respondo por mi .
Y con esas palabras me suelta y me deja ahí confusa, sorprendida y rabiosa ningún hombre me había tomado jamás de esa manera
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Editado: 14.06.2025