El Novio Perfecto

Capitulo II: La Rubia

Llegué a clase de Álgebra y vi a Aaron perfectamente sentado en la parte de atrás, para ser exacta, en el asiento de la esquina mientras sacaba su cuaderno y lápices de su mochila, no lo pensé dos veces y me senté a su lado.

Al llegar le sonreí amablemente para llamar un poco su atención y él simplemente me  ignoro, sin mostrar algun mínimo interés en mí se puso a leer su libro, decidí no hacer más ya que no quería sofocarlo y verme pegajosa como un dulce pero tampoco iba a rendirme tan fácil.

— Hola. — Dije con una sonrisa más cortéz y él me volvió a ignorar, es un amargado.

— Buenos días, alumnos. — Nos saludo a todos el profesor y detrás de él venían más alumnos y entre ellos la boba pelirroja de Jessica, debería preguntarle qué shampoo usa.

— Maldita roba novios y coronas. — Susurré para mí misma mientras observa como se dirigía a su asiento delantero caminando como pavo real, sabía que tenía la atención de todos y la quería lanteya toda costa.

— No le digas así, no es su culpa. — Dijo Aaron muy enfadado y me sobresalté.

— ¡Al fin hablas! Pensé que no tenías voz. — Dije eufórica pero sin que nadie más oyera para no molestar la clase y ganarnos un regaño

— No te atrevas a hacerle algo que yo me voy a encargar de que... — Empezó a amanezarme como lo hizo Alex, todos parecían perros protegiendo a su ama.

— Detente ahí vaquero. — Puse una mano adelante de su cara. — No estamos en una película de adolescentes y además no me interesa su relación o mi tonto ex, estoy enojada por otras razones. — Digo mientras saco mi pluma rosa y mi cuaderno. — A diferencia de ti que estás celoso. — Digo con la ceja alzada, apuntando le con mi pluma y él me ve curioso.

— No se de que hablas. — Contesto muy tímido, mientras tosió un poco y volvió su vista al libro.

— Yo se perfectamente que odias a Alex por quitarte al amor de tu infancia y la chica de tu sueños, o lo que sea. — Digo muy relajada y pongo la fecha en la esquina superior de mi cuaderno.

— E-eso es mentira. — Contesto Aaron muy nervioso.

— Es verdad y lo sabes, has pensado en mil maneras para hacerle entender a tu amiga que Alex es un idiota y déjame decirte que tienes razón, es por eso que necesito tu ayuda en algo muy importante. — Digo con una sonrisa maliciosa.

— Tu sonrisa da miedo. — Dice Aaron muy incómodo y dejo de sonreír para poner cara de disgusto. — No te voy a ayudar a lastimar a Jessy. — Dice muy serio y mirándome a los ojos.

— Eso no me importa ¿No lo entiendes?, no pienso lastimarla pero si necesito tu ayuda en algo y si me ayudas ganarás mucho, te lo aseguro ¿Qué opinas? ¿Aceptas?— Digo y él me observa detenidamente.

— Lo pensaré. — Vuelve su mirada al libro.

Ninguno vuelve a decir algo en toda la clase para prestar atención ya que la próxima semana venía un examen pero podía observar como Aaron veía a Jessica como si fuera la cosa más hermosa de este mundo y con gran amor, en parte la envidiaba que dos lindos chicos estuvieran enamorada de ella, no recuerdo que nadie me hayaa mirado como lo hacía él, ni siquiera en los mejores momentos con Alex era así, solo me decía cosas lindas cuando quería acostarse conmigo.

¡RING!

— Muy bien chicos, los veo la próxima clase y no olviden traer la tarea que es de la página 48 a la 53, hagan todos los ejercicios aunque la respuesta este mal porque aquí los revisaremos. — Dice el profesor mientras todos guardan sus cosas, veo que Aaron corre como rayó lo intento alcanzar pero se pierde en la multitud.

— Julieta, ¿Puedo hablar contigo? — Pregunta el profesor de álgebra y yo asiento — Vamos al salón de maestros. — Dice el profesor Soros y lo sigo en el pequeño pasillo, al entrar él se sienta en el escritorio y yo en el pupitre de adelante de él.

— ¿Cuál es el problema? — Pregunto un poco temerosa, solo esperaba que no fuera algo relacionado con mis notas porque me matarían.

— Tus notas han bajado mucho Jules, antes te mantenias entre sietes y ochos, pero hoy a penas logras un siente. — Dice el profesor con el tono suave, mientras me da unos exámenes con seis de nota. — Y me imagino que está baja de notas es por el joven Jones ¿No es así Jules? — Dice el profesor con tono de molestia o ¿Celoso? “No seas tonta, él es un hombre guapo y joven seguro solo esta preocupado”

— No se preocupe más por eso profesor Soros, me he deshecho de todas las distracciones este semestre, el próximo año nos graduamos y muchas de las admisiones empiezan este año y quiero estar lista para todo. — Digo orgullosa y él me ve curioso, con la ceja alzada así que prefiero a clarar la situación. — Terminé con Alex ¿Okay? y ahora sólo me preocupare por mis estudios para entrar a una buena universidad. — Él esboza una sonrisa como si hubiera ganado algún premio al oír lo que decía.

— Me alegro mucho de oír eso.— Dice el profesor con una sonrisa calmada pero luego la borra rápidamente y vuelve a su postura sería. — Porque te enfoques en tus estudios, claro, eres una gran estudiante y no me gustaría que desperdiciaras tus oportunidades de ir a una buena universidad por algo así. — Dice el profesor un poco nervioso.

—Gracias, si eso es todo ¿Me puedo retirar? — Pregunto y él me sonríe de una manera extraña.

— No hay problema, ve. — Dice y yo me levanto me dirijo a la puerta para irme — Jules — Me llama y volteó — Yo... — Dice como si tratará de decir algo pero lo piensa y sacude su cabeza — Si necesitas ayuda en algo no dudes en decírmelo, estaré encantado de ayudarte. — Dice el profesor y yo asiento, salgo del salón y voy directo a la cafetería para buscar algo de comer.

Entró y todo está lleno de gente hablando muy fuerte y juró que puedo sentir el olor de que alguien se tiró un gas, me subo en los asientos de la mesa para observar, en la mesa del centro está Zoe con su equipo de porristas ya que hoy hay un partido muy importante para el inicio de la temporada de fútbol americano y ella es la capitana, Justin está en la mesa de la izquierda con los jugadores de rugby al igual que Zoe él es el capitán y en la derecha está Alex, con su equipo de fútbol americano y Jessica a su lado riendo. En este momento ninguno de los era importante, ¿Dónde está Aaron? Lo veo sentado en una mesa de las del fondo con otro chico que parece menor que él, me bajo y empiezo a caminar muy decidida hacía la mesa de Aaron, algunos están atentos de lo que estoy haciendo y solo les sonrió para saludarlos, al llegar a la mesa el chico menor me ve sorprendido como si estuviera asustado.




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