El Novio Perfecto

Capitulo VI: No Todo Es Lo Que Parece

Aaron's POV

No soy un tipo de meterse en peleas, jamás lo he sido, en la primaria tome un curso de como resolver conflictos por medio de diálogos pero cuando ví como Beckett le faltaba el respeto a la rubia tuve que hacer algo, no digo que Julieta no se pueda defender, he estudiado con ella dos años y he visto como pone a patanes en su lugar pero Beckett es el tipo de chico que necesita que otro lo ponga en su lugar porque cree que un no de una chica es un "sígueme acosando", así que un puñetazo aquí y otro por allá hicieron que llegara el maestro de ciencias, agradezco que lo hiciera porque se dar puñetazos pero Beckett es defensa en el equipo, no me imagino como dolerán sus golpes.

— Aaron, es la primera vez que te metes en peleas. — Dijo el director muy sorprendido y decepdinado a la vez.

— Entiendo director pero le pido por favor que no lo ponga en mi expediente. — Le rogué y él me miró a los ojos y se acercó.

— Muchacho, dime una buena razón para no llamar a tu madre y darte detención que quedará en tu expediente. — Se cruzó de brazos y me miró fijamente.

— Le honor de una dama señor. — Cuando dije aquello los ojos del director  Stevens brillaron, era fan de las películas de vaqueros.

— ¿Su honor? ¿A qué te refieres?.

— Beckett, empezó a ofender y desprestigiar a Julieta. — Suspiré hondo y lo mire directo a los ojos, lo más serio que pude. — Debí de hacer lo que tenía que hacer para defenderla, porque "El coraje es estar muerto de miedo y ensillar al caballo de todas maneras." — El director me miró aún con más atención.

— ¿Entonces le pegaste por defender a Julieta?.

— No podía permitir que siguiera hablando de esa manera de ella y si no le daba el primer golpe yo, él lo haría porque déjeme decirle algo. — Mire al horizonte como si fuera una película dramática y con cara sería. — Mi padre me enseñó que “Hay dos tipos de personas, los que tienen las pistolas y los que cavan”. — El director aplaudió sorprendido.

— Robbins, me has demostrado que eres un hombre de honor. — Se levanto de la silla, extendió su mano y la estreché. — Estoy segura que Harrison, merecía ese golpe pero a la próxima trata de no romperle la cara en los pasillos, está vez no llamaré a tu madre y tampoco lo pondré en tu expediente, puedes irte con una advertencia. — Dijo bastante serio y yo asentí.

— Claro que sí, señor. — Me despedí y salí de la oficina del director, quien diría que leer esos blogs de vaqueros a los doce servirían de algo.

Al salir ví inmediatamente a Julieta acercarse muy preocupada por mí, tomo mi cara entre sus manos con fuerza y la examinó.

— ¿No te hizo nada Beckett? — Pregunto muy preocupada y tome sus manos para apartarla de mi cara.

— Julieta, cálmate. — Lo dije y ella me miro. — Estoy bien, deberías de estar en clase y no aquí. — Eran las 9 de la mañana y las clases habían empezado hace una hora, ella no debería de estar aquí.

— No te preocupes, diré al profesor que  estaba con algo del consejo. — Estaba a punto de decir algo más pero la campana sonó y eso significaba que era el cambio de hora.

— Mira, hablamos en el almuerzo ¿Okay? Estoy bien. — Hizo un puchero muy tierno y me miró con los ojos entrecerrados.

— Vale, nos vemos luego, gracias por todo. — Me dió un rápido beso en la mejilla y se fue corriendo antes que dijera algo.

Suspiré agotado, tome mi mochila y me dirigí a mi clase que era Historia, aún no me acostumbraba a las miradas de la mayoría pero era el precio a pagar por ser el falso novio de Julieta, al llegar ví inmediatamente a Jessica con sus nuevos amigos, pase de largo y fui directo a mi asiento al fondo pero ella al verme me siguió.

— ¿Podemos hablar? — Pregunto Jessica un poco tímida, demonios, así era difícil hacerme el duro.

— ¿Qué pasó Jessica? — Al parecer se sorprendió al oir su nombre completo, siempre la llamé Jessy toda la vida pero tenía que parecer que había cierta distancia entre nosotros.

— Yo... — Empezó a jugar con sus manos nerviosas y bajo la mirada. — ¿En serio sales con Julieta? — Cuestionó con una mirada triste.

No, Jess aunque trate de olvidarte hago esto para que descubras si me amas en verdad y seamos felices.

— Si, ¿Por qué preguntas? — Saque mi libreta, tratando de fingir desinteres.

— ¿Por qué lo haces? — Pregunto está vez un poco más alterada. — Julieta solo está jugando contigo, Alex me ha dicho como ella siempre es así con los chicos, los manipula y luego los deja tirados, además ella hace esto porque me odia y se quiere vengar de mí de alguna manera, yo lo sé. — Jessica estaba alterada y ya habían bastante miradas curiosas en nuestra conversación.

— Le quitaste el novio, obviamente está enojada contigo pero eso no tiene nada que ver con nuestra relación, Jessica.  — Contesté muy firme y está vez si la mire a los ojos. — No se porque me haces estos reclamos, si es porque estás preocupada por mí o simplemente porque ya no estoy detrás de tí como un perro. — Realmente hoy no era mi día.

— Solo quiero protegerte, Julieta es una perr... — No pudo seguir hablando porque aparecio la profesora Quentin.

— Lamento la tardanza. — Jessica se fue, no sin antes darme una mirada de enfado.

Realmente no entendía el enfado de Jessica en estos momentos será que está celosa o simplemente se siente derrotada por Julieta.

La hora de clase paso, cuando sonó el timbre inmediatamente salí del salón y me dirigí a mi otra clase donde tendría que enfrentar al verdadero mounstro, David.

Llegué al salón y ahí estaba él, con su camiseta de Star Wars dos tallas más grandes que la suyo, me miró y me hizo señas de que me sentará a su lado.

— ¿Que tal? — Trate de sonar lo más normal.

— "¿Que tal?" ¿Solo eso? Toda la escuela habla de tí. — Dijo bastante nervioso y trage saliva fuerte.

— Bueno, ya sabes. — Me encogí de hombros tratando de verme calmado.




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