El Novio Perfecto

Capitulo VII: Un Poco De Diversión

Cuando crees que estás en el éxito y todo lo que has planeado te sale excelente, llega la vida, te da un puñetazo y te recuerda que seas humilde porque la vida es una mierda, tal vez este siendo dramática con esta situación pero tengo diescisiete, soy una adolescente y como lo dice la palabra, todo adolece y ver a la segunda persona que más detesto con MI mejor amigo en una situación bastante comprometedora no era un paseo en el jardín.

Recuerdan esa larga historia que no quise contar de como Justin y Zoe se gustaban mutuamente, trataré de ser breve, técnicamente si saben que se gustan mutuamente porque salieron juntos desde que tienen 13 años, ambos fueron sus primeras veces en todo, su primera cita, su primer beso, él le enseño a conducir a ella, todo parecía perfecto pero el verano pasado todo se destruyó, el cuento de hadas y lo que yo aspiraba a tener se había roto.

Zoe se iba a Italia por el resto del verano, creyeron ser lo suficientemente fuertes para llevar su relación a distancia pero ninguno supo manejar la, los cambios de horario, Zoe viajando y luego Justin paso prácticando aún más, no tenían tiempo para nada y decidieron cortar, a Zoe se le vino el mundo a bajo, tuve que tomar un avión a Roma para verla y consolarla, al final decidieron quedar como buenos amigos y funcionaba, sabía que Zozo tenía aún sentimientos por él creí que era mutuo pero ahora parece que no, Justin era un cielo y sabía que si veía a una chica llorando se acercaría pero como estaban juntos, su mano que parecía que temblará al tocar el rostro de la nerd, eso no era amistad por parte de él.

Había conseguido evitar que Aaron no viera aquella pequeña escena y habíamos llegado a la cafetería juntos, me encantaría explicar cómo nos robamos las miradas de todos y estamos sentados con los más populares en la mesa del centro de la cafetería, pero es mi historia y me enfoco en lo que quiero todo eso no evitaba que tuviera ganas de tirarme del otro lado de la mesa y abofetar a Justin hasta que su cara se vuelva roja como la ketchup. Estaba ahí, feliz hablando con unos chicos del equipo de fútbol y Aaron.

— ¿Estás bien? No dejas de mirar a Justin. — Cuestionó Zoe que estaba sentada a mi lado y yo solo negué.

— Si si, todo estaba bien. —

— Jules, necesito que nos des más presupuesto para las porristas. — Dijo Samanta y empezó a explicar las razones porque necesitaban más dinero.

No le preste atención, busque con la mira a Alex y Jessica pero no estaban en ningún lado, la hora del almuerzo paso bastante amena, Aaron había encajado bien con los populares, los chicos lo habían aceptado con los brazos abiertos pero aún así todos aquí eran hipócritas.

— Tengo un anuncio especial. — Dijo Walter, un chico que pertenecía al equipo de rugby.

— Muy bien, suéltalo.— Contesto Justin.

— El viernes haré una fiesta en mi casa. — Se levantó de su asiento y se paró en el centro de la mesa. — TODA LA ESCUELA ESTA INVITADA A MI FIESTA EL VIERNES. — Toda la cafetería exploto en gritos y aplausos.

Walter hacia las mejores fiestas y lo bueno que siempre invitaba a todos, sería el momento perfecto para ganar aún más simpatía, ya que exactamente en dos semanas empezaría la campaña para la presidencia del próximo año y la próxima semana empezaba la campaña para la reina del baile de primavera.

El resto del almuerzo paso bastante ameno, al igual que el resto de la tarde, la última clase que tenía era álgebra, entre al salón y vi a Aaron, parecía como que la semana anterior no hubiera pasado, seguía en el asiento del fondo, inmerso en el libro, sonreí y me senté a su lado.

— Y hace una semana exacta me odiabas. — Comenté divertido y Aaron volteo a verme.

— No seas dramática, solo creía que tenías intenciones macabras. — Dijo mientras cerraba su libro.

— ¡Oh vamos! Nunca antes habíamos cruzado, seguro creías que era una perra. — Dije entre risas.

— Bueno, un poco. — Me hice la ofendida y él se carcajeo.

— Jamás te había hablado ¿Cómo tenías esas percepción de mí? — Se encogió de hombros.

— Pero eso no importa, acepte tu loco plan ¿O no? — Hice un puchero y suspiré agotada.

— Bien. — Estaba a punto de decir algo pero llegó la Sub directora Verónica.

— ¡Chicos! — Exclamó y todos se sentaron para prestar atención en lo que iba a decir. — El profesor Soros tuvo que irse temprano así que dijo que realizaron en pareja los ejercicios de la página 70 a la 73 y que los revisaría la próxima clase, tengan buena tarde. — La Sub directora se fue y todos empezaron a buscar sus parejas.

Estaba lista para hacer mis ejercicios con Apple que estaba en la misma clase con nosotros pero Aaron se levantó de su asiento y arrastró su escritorio a mi lado.

— ¿Pensaste que te dejaría sola? — Cuestionó Aaron y lo mire con la ceja alzada.

— Tú siempre haces todo con Jessica, está a unos asientos de aquí. — Señale con la cabeza a la pelirroja que estaba sola en el primer asiento.

— Vamos, rubia, eres mi chica y quieres que vaya con otra. — Saco su libro y lo puso entre las dos mesas.

— Bien, hagamos esto juntos. — Tome un lápiz y empecé a escribir la primera ecuación.

— ¿Sabes? Es raro estar haciendo esto contigo, siempre te veía con Apple o con alguien más y ahora estás a mi lado. — Era cierto lo que decía, habíamos tenido clases juntos desde primer año y jamás cruzamos palabras o hicimos algo juntos.

Que él fuera mi primera opción para que fuera mi falso novio es extraño en cierta parte, cuando pensé aquel loco plan en quince minutos, supe que sería él y aceptaría porque está enamorado de Jessica pero ahora creo que fue la opción perfecta para hacer esto.

— ¿Por qué aceptaste esto? — Pregunté bastante seria. — Podías haber conseguido a Jessica de la manera tradicional, seguir luchando por ella o simplemente rendirte y buscar alguien más pero de un momento a otro cambiaste de parecer. — Analice su rostro, lucía como si le hubiera sorprendido mi pregunta.




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