El Novio Perfecto

Capitulo XIII Parte 1: La Resaca

Llegué a casa casi a las tres de la madrugada, Aaron me había acompañado a casa, al entrar la música ya no sonaba, la comida y el alcohol se habían acabado y la mayoría ya se había ido mientras algunos pocos estaban saliendo de la casa como zombies, luego de varios minutos no había nadie pero había quedado un gran desastre por todo el lugar, tendría que pensar como arreglar lo.

— Mañana resolveré esto. — Dije de mala gana.

Subí a mi habitación, que gracias al cielo nadie había entrado pero no me quería imaginar cómo habían quedado las demás habitaciones en la casa, me quite mis tacones y me lance a la cama solo a dormir profundamente.

¡Ring!

El sonido del timbre me hizo despertar de mi profundo sueño, mi boca se sentía seca con una extraño sabor, la cabeza me palpitaba, mi cuerpo dolía como si hubiera sido aplastado, mi cabello estaba hecho un desastre, el timbre volvió a sonar, mire la hora y eran las seis y treinta, con gran pereza baje y abrí la puerta.

— Buenos días, solecito. — Zoe entro con otras chicas atrás de ella.

Zoe llevaba su uniforme de porrista y unos lentes de sol gigantes que cubrían casi todo su rostro, seguro estaba peor que yo.

— ¿Por dónde empezamos? — Le pregunto a una morena.

— Bonita, mira la casa es un desastre empieza por dónde quieras. — Dijo Zoe de mala gana.

— ¿Quienes son todas estas chicas? — Bosteze.

— Son las nuevas reclutas, este es su iniciación ¿Crees que te dejaría todo a esto querida? — Levanto sus lentes de sol y los puso en su cabeza.

— Como sea. — Contesté con cansancio.

Las chicas empezaron a limpiar toda la casa y yo solo miraba confundida, no tenía las energías suficiente para cuestionar así que solo volví a subir las escaleras.

— ¿Dónde vas? — Pregunto Zoe y yo solo la ignore, entre en mi cuarto y volví a la cama.

Zoe entro al cuarto y yo solo me enrolle como una oruga en mis lindas sábanas de seda rosa.

— Dios, que frío hace aquí. — Zoe tomo el control remoto y apagó el aire acondicionado.

— Déjame dormir, apenas he dormido tres horas, no pienso ir a la escuela. — Cerré los ojos pero pude sentir como Zoe se lanzó en mi cama.

— Yo también quisiera dormir, pero es día de escuela y hoy empiezan los preparativos para la fiesta de primavera, además se empiezan a entregar los primeros trabajos finales ¿Hiciste el resumen de la Guerra Franco-India? — Pregunto Zoe.

— Si, lo imprimí hace días, está en mi escritorio. — Dije sin ganas y Zoe me quito las sábanas.

— Bien, despierta, no puedes perder ese diez porciento en historia, vamos chica, no dejaras que Aaron pase por tí y luzcas como salida de los Locos Adams. — ¡Aaron! ¿Cómo había olvidado nuestra cita?

De mala gana me senté en mi cama y Zoe sonrió.

— Tengo que decirte algo, Aaron me invitó a salir y nos besamos. — Zoe chilló de emoción.

— ¡Es increíble! ¡O Por Dios! — Salto de la cama muy emocionada. — Tienes que contarme todo y mientras tanto, tienes que ponerte bella. — Zoe entro a mi armario.

Durante toda la mañana pasamos charlando sobre el día de ayer, el beso de Aaron, cómo nos confesamos nuestros sentimientos, lo maravillosa que había la noche anterior, todo parecía encajar tan bien en mi vida pero no podía evitar recordar las palabras de mi madre “Cuando todo vaya bien, es que aún la verdad no ha salido a la luz”

Aaron no había pasado por mi, según me había dicho tenía que hacerle unos últimos retoques a su tarea de historia, claro, era el mejor promedio de nuestra clase, no podía darse el lujo de perderlo, así que no me moleste en lo absoluto, Zoe y yo llegamos a la escuela.

— Gran fiesta, Evans.

— Me duelen los pies de tanto bailar.

— Espero que sea así de genial el baile primavera.

Todos me llenaban de halagos, cumplidos, la escuela no había estado así de emocionante desde que ganamos el campeonato de fútbol el año anterior, todo parecía tener un filtro rosa, jamás creía que volvería a tener una vida feliz de adolescente, sentía que el soundtrack de mi vida en este momento era Walking on sunshine.

— Es increíble, todo va de maravilla, ¿No lo crees? — Pregunté a Zoe con una gran sonrisa mientras íbamos del brazo juntas pero nos detuvimos en seco.

Zoe tenía la mirada perdida, ví en la dirección donde observaba y era Justin mirando con tristeza a Jess y Alex charlando y él tratando de hacer algún moviento, ella se veía tímida, siempre como una inocente virginal mientras Justin observaba todo con una mira de cachorrito golpeado.

— Zoe... — Susurré pero ella seguía ahí viéndolo.

— ¿Crees que alguna vez se olvide de ella? Se que Jess no tiene la culpa de lo que Justin siente por ella pero no puedo evitar odiarla pero lo odio más a él... — Zoe parecía que fuera a llorar y la aparte del centro del pasillo para darle un abrazo.

— Tranquila Zozo, se que duele pero todo va a pasar y encontrarás a ese chico perfecto que te tratará como la reina que eres. — Comenté con dulzura.

— Yo solo quiero a Justin, quiero que todo vuelva a ser como antes, Alex, Justin, tú y yo. — Me miró a los ojos y yo no tenía respuesta a aquello.

Yo no quería que nada fuera como antes, cada cosa que me pasó en el pasado me hizo lo que hoy soy, no quería volver a aquellas doble citas con Zoe, Justin y Alex, donde yo terminaba llorando en medio del parqueo porque me dejó tirada o cuando me cambiaba de ropa porque no le gustaba o me decía que mi maquillaje era exagerado, que mi cabello largo era lo único lindo de mí y cientos de insultos cada vez que peleabamos, no quería que todo fuera como antes, me gustaba como era todo en este momento.

— Zoe, deja de querer que todo sea como antes. — La tomé de los hombros y la obligue a mírarme de frente. —
Es momento de que a ambas maduremos y dejemos de rogar amor por imbéciles que no nos valoran, es momento de dejarlos ir y aceptar que tal vez no fueron los mejores novios del mundo pero algo nos enseñaron a cada una y con eso tenemos que quedarnos. — Zoe suspiro agotada y solo asintio.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.