Sol se desmayó.
En cuanto volví mi atención a Sol otra vez, él ya estaba inconsciente en los brazos de Nasden, que lo sostenía contra su pecho. Cuando levantó la cabeza para observarme, sangre fresca le cubría los labios y parte de la barbilla mientras me gritaba.
— ¿¡En qué estabas pensando?! — Di un paso hacia atrás, aunque su voz fue apenas audible — ¡Sol es humano!¡Acabas de tocar su esencia...!
— ¡No sabía que no lo soportaría! — Grité en respuesta — Y no toqué su esencia, sólo acerqué mi mano a ella, ¡Además él me dejó hacerlo!
— ¿¡Cual es la diferencia?!¡Metiste tu mano dentro de su pecho!
Parpadeé, mis ojos dejaron de brillar y me llevé la mano a la cabeza. Einar estaba detrás de mí en un segundo, sosteniéndome. Necesito ordenar mis pensamientos. Sol tiene alma, no una convencional, no una exactamente igual al alma humana, pero eso que tiene en el pecho es un alma. Se siente como un alma. Y Einar, Einar tiene su alma también, hasta ahora no estábamos seguros de ello, porque nadie sabe qué le ha hecho Muerte, pero ahora es seguro.
Nasden se puso de pie con Sol en brazos y atentó con caminar hacia la cabaña, pero trastabilló y debió apoyarse contra un árbol. Me acerqué de inmediato y extendí mis brazos para cargarlo yo mismo, pero él no se movió.
— Nasden, está bien — Lo insté, él continuó en silencio —. Hay algo que quiero decirte, decirles, pero lo importante es llevar a Sol a la cabaña ahora, y a ti también.
Einar se acercó a Nasden mientras él finalmente me dejaba tomar a Sol en brazos, caminé hacia la cabaña mientras Einar le ayudaba tomándolo de los hombros.
Abrí la puerta empujándola con mi espalda y la mantuve abierta para Nasden. Me acerqué de inmediato hacia la pequeña cama en el rincón más alejado y recosté a Sol allí. Su respiración es tranquila, como si solo estuviera dormido.
— El dolor debe de haber sido tan fuerte que su cuerpo no pudo soportarlo, pero debería de estar bien, despertará pronto.
— ¿Cómo lo sabes? — Nasden preguntó, sentándose a su lado en cama.
— Kennet estudiaba medicina — Einar respondió por mi.
Nasden pareció sorprendido, pero no preguntó.
Me senté en el suelo con la espalda contra la pared y me di a la tarea de asimilar todo lo que acaba de ocurrir.
———
Sol no tardó más de media hora más en despertar, se removió sobre el pequeño colchón y abrió sus ojos con suavidad. Nasden de inmediato se inclinó sobre él y alejó un mechón de cabello de su rostro.
Le sonreí en cuanto enfocó la mirada en mí y atentó con sentarse con dificultad. Entendí mi brazo hacia él de forma instintiva, pero al final optó por quedarse recostado de lado con un pesado suspiro.
— ¿Cuánto tiempo estuve dormido?
— No más de...
— Veinticuatro minutos — Nasden respondió por encima de mi voz, todavía con dificultad.
Sol pareció notar lo mismo, porque de inmediato su rostro reflejó su preocupación por él, quien le sonrió y articuló 'estoy bien' sin usar su voz.
Con resignación, Sol devolvió su atención a mi.
— ¿Qué fue eso?¿Por qué...?
— Sé que todos tienen curiosidad — Le interrumpí mirando el suelo, por el rabillo del ojo puedo ver los zapatos de Einar no muy lejos de nosotros, atento a nuestra conversación —, sobre todo luego de lo que dije allá afuera.
No necesito levantar la vista para saber que Nasden y Einar, por una vez, están de acuerdo. Sol simplemente guardó silencio.
— ... Pero tengo algunas preguntas primero.
Levanté la vista y la dirigí directamente a Nasden, que se irguió de inmediato.
— Cuando hace algunas horas ofrecí sacarte la esencia de Sol, mientras hablaba afirmé que ya habías roto tu maldición, y que lo único que restaba por hacer era precisamente liberarte de la esencia de Sol, que te ataba a mí — Nasden asintió suavemente, pero sé que ya sabe a dónde quiero llegar —... No lo negaste.
— No, no lo hice.
— ¿Cuándo la rompiste?
Nasden guardó silencio por algunos segundos.
— Hace unos tres meses — desvió la mirada al suelo y atentó con morderse el labio, de inmediato notó la sangre y se limpió con el dorso de su mano. Suspiró —. Dije que ya en los tiempos de Sol como Dios había desarrollado sentimientos, y es cierto, pero eran sólo negativos. Rencor, odio, desprecio... No variaba mucho. Y sólo los desarrollé porque Sol hizo un mal trabajo inhibiendo mis emociones. Cada tanto intentaba suprimir esos sentamientos negativos, pero como no borraba mis recuerdos de ello yo no tardaba mucho en desarrollarlos otra vez...
— Le quité sus recuerdos... Luego sus emociones... Y luego lo até a mí. Nasden lo sabía todo. Él sabía que yo le había arrancado algo la primera vez, y luego le quité sus emociones, su capacidad de sentir, y no quise borrar el recuerdo de cuando lo hice. Era inevitable que no se revelara contra mí — Sol susurró —. Nasden siempre cumplió las ordenes que le di, y siempre se comportó frente a los demás, era el soldado perfecto; devoto y respetuoso de su "creador", siempre dispuesto a cumplir mis órdenes... Pero cando estábamos solos, era una guerra constante.