Capítulo 3
Danielle
Creo que podría odiar a alguien sin conocerlo.
Ella de verdad lo dejó aquí, sin una garantía de que iba a estar bien, sin tener idea de si Logan es confiable o no, y simplemente lo dejó en medio del pueblo, con una simple mochila y una advertencia para que no moleste a Logan.
¿En serio fue capaz de decirle a un niño que se iba a quedar solo si molestaba mucho a su padre porque ella no iba a volver a buscarlo nunca más?
¿Y si Logan fuera un persona desestabilizada mentalmente?
¿Y si fuera abusivo o no quisiera tenerlo?
Esto está tan mal desde donde se mire.
Algunas mujeres no deberían ser madres.
Busco en los gabinetes de Logan todo lo que necesito para preparar un sándwich, pero mi atención está puesta en ellos en todo momento. Quiero escuchar todo para que, cuando esa mujer se aparezca de nuevo, poder darle la golpiza que se merece.
—Empecemos por el principio, ¿está bien? —propone Logan y Stevie asiente—. ¿Cómo se llama tu madre?
—Amara.
Logan se queda en silencio, apuesto que buscando en el mar de mujeres con las que se acostado y así saber cómo es ella.
—¿Sabes cómo nos conocimos? —pregunta después de un rato en silencio.
Stevie se ríe.
—Mamá dijo que no te acordarías de ella porque fue hace mucho tiempo —se burla y yo también sonrío—. Ustedes se conocieron en la universidad, en una fiesta. Fue después de la graduación y, cuando ella fue a buscarte, ya no estabas. Sabía dónde vivías porque se lo dijiste esa noche que se conocieron, pero quiso hacerlo todo sola cuando supo que estaba embarazada.
Vaya si esa no es una buena memoria. El chico está contando todo con los detalles que le dio su madre y no parece haber olvidado nada. Lo dice con tanta certeza que apuesto a que lo está diciendo al pie de la letra, justo como la tal Amara se lo dijo.
—Bien, eso fue muy específico. —Logan se aclara la garganta. Se le nota nervioso con todo el asunto, pero estoy un poco orgullosa de su entereza—. ¿Sabes por qué te trajo aquí y no quiere volver?
Aunque sea algo triste, Stevie no parece estar muy desalentado por su situación. El chico es fuerte, se le nota a leguas.
—Ella tiene un nuevo novio y a él no le caigo bien —responde Stevie y mis ganas de moler a golpes a su madre se intensifican—. Le molestaba no poder llevarla a donde él quisiera porque ella no tenía con quién dejarme. Antes me cuidaba la abuela, pero ella murió hace dos años y mamá tiene más familias.
Creo que mi corazón podría estar sangrando por él. Su voz se ha quebrado al mencionar a su abuela y es la primera vez en toda la noche en que lo veo triste.
—Siento mucho lo de tu abuela, yo también perdí a la mía y todavía la extraño —lo consuela Logan y Stevie asiente.
Acabo de poner tomate, salsa de tomate y mayonesa al pan y busco el jamón en el frigorífico. Cuando vuelvo, Logan está sentado en el sofá, en el extremo más cercano a Stevie.
—Hace dos semanas, David, el novio de mamá, la invitó a un crucero de dos semanas y mamá dijo que no podía ir a menos que me llevaran con ellos. —Stevie hace una pausa—. Él se enojó y dijo que no quería una novia con un hijo porque yo solo lo estorbaba, yo le dije que él era un estorbo más grande porque no la ayuda en casa cuando ella está cansada y yo sí lo hacía, e intentó golpearme, pero mamá se metió en medio y le dijo que se fuera.
Logan hace un sonido de angustia que lo enmascara con un carraspeo.
Creo que voy a invitar a Addison a la golpiza de Amara, ella puede hacer que le duele más a esa desalmada.
—¿Y qué pasó luego?
Stevie baja la mirada, frunciendo el ceño.
Le pongo dos lonjas de jamón a su sándwich y me apresuro a llevarlo a la sala. Ambos, padre e hijo, sonríen, y me quedo momentáneamente deslumbrada por lo guapos que son los dos.
Si antes Logan era un arma letal, ahora será un explotador de ovarios a donde vaya con el niño.
—Gracias, Danielle.
—No fue nada, cariño.
Me siento en el sillón vacío y miro con una sonrisa cómo el niño le da un buen mordisco al sándwich.
—David volvió unos días después e hizo como si nada pasó —continúa diciendo luego de tragar el bocado—. Hace un par de días, mamá me dijo que hiciera una maleta con todo lo que necesario para pasar el verano en un lugar bonito. Creí que iríamos todos al crucero, pero ella condujo hasta aquí, me contó de ti, me dijo todo lo que tenía que decirte para que supieras que soy tuyo y se fue.
Logan está intentando mantener la calma, pero por la forma en que su mandíbula se tensa más y más con cada palabras que dice Stevie se nota lo enojado que está. Y no es para menos, yo estoy a punto de ir a buscar a esa mujer para hacerla pagar por lo que le ha dicho y hecho al pobre niño.
¿Cómo puedes ser tan mala madre para abandonar a tu hijo con alguien que no conoces para irte con tu novio a un crucero?
Espero que Logan esté dispuesto a obtener la custodia completa de Stevie para que, cuando esa mujer venga, no pueda llevarlo. Porque, si hay una cosa de la que estoy segura, es que ella va a volver. Ese hombre la va a dejar y querrá volver a tener a su hijo, y cuando eso pase, Logan debe asegurarse de que se vaya por donde vino y que no vuelva.
—¿Estás cansado, Stevie? —pregunto cuando él acaba de comer, dándole una sonrisa.
Logan continúa en silencio. No sé qué está pensando, pero en cuanto meta a Stevie en la cama para dormir, hablaré con él.
—Sí, estuve en auto con mamá un par de días.
Dos días metido en un auto para dejarlo abandonado aquí.
Esa mujer tiene un lugar asegurado en el infierno.
—Ven, voy a mostrarte tu habitación y el baño para que te des una ducha, ¿está bien?
—¿No me van a dejar en la calle? —pregunta, sus ojos llenos de esperanzas, danzando de mí a Logan.
Su padre sale de estado de conmoción, mirando a Stevie con los ojos bien abiertos. Stevie le regresa el gesto y, poco a poco, la expresión de Logan se va suavizando.