El nuevo papá de Stevie

Capítulo 9: Danielle

Capítulo 9

Danielle

Cuando llego a casa de Logan esa noche, él está esperando en su porche delantero, sosteniendo una botella de Coca- Cola en la mano. Parece cansado, pero sus ojos tienen un brillo que me llena el alma de solo verlo.

Me acerco a él a paso tranquilo, mis zapatos haciendo crujir la grava bajo mis pies. Subo los escalones del porche y, soltando un suspiro, me paro a su lado.

Es una noche tranquila de agosto, el aire cálido no hace nada para aliviar el calor del verano y la luna brilla en todo su esplendor en lo alto del cielo. El ambiente es pacífico, como la calma que precede a la tormenta. Supongo que esa tormenta era mi antigua relación resquebrajada y tambaleante con el hombre a mi lado. Es evidente que, luego de que llegara Stevie, las cosas se han normalizado.

No sé cómo sentirme al respecto o si esta paz va a durar mucho tiempo.

—Mamá lo consintió en todo —comenta en voz baja, una sonrisa adornando su cara—. El chico no tenía que hacer más que abrir la boca cuando ella ya estaba corriendo para traerle lo que quería.

Sonrío, negando con la cabeza. Sabía que Marie iba a ser de esa forma con Stevie, ella ha estado rogando por un nieto desde hace mucho tiempo.

—No es difícil querer hacer todo por Stevie, Logan. El chico es tan lindo que quieres hacerlo sentir bien a como dé lugar.

Él asiente, bajando la cabeza. De pronto, su humor se enfría y su sonrisa se desvanece. Alza sus ojos hacia la luna y deja ir el aire que estaba reteniendo. Parece desolado y me pregunto qué le está pasando por la cabeza en este momento para que tenga esa expresión.

—¿Cómo ella pudo hacerle todas esas cosas? —pregunta, con rabia y dolor—. ¿Cómo puedes destrozar la confianza de un niño de esa forma?

La misma pregunta me he hecho un millón de veces en tan solo 24 horas, que son las que Stevie tiene aquí. No entiendo cómo una madre puede hacer que un pequeño que no tiene la culpa de nada se sienta tan inseguro a la hora de pedir algo porque cree que, si exige algo, lo van a abandonar como lo hizo ella.

—No lo sé —suspiro—. No entiendo a esas personas que no son capaces de demostrarle a un niño el amor que se merece sin hacerlo sentir mal al respecto. Es injusto que Stevie haya tenido que sufrir a manos de la persona en que más debería confiar. —Cierro el espacio entre nosotros y pongo la mano en su espalda, acariciando de arriba abajo—. Pero puedes tener la certeza de que no va a sufrir nunca más porque tú vas a asegurarte de eso.

Asiente, tragando fuerte. Unos minutos después, se endereza y dejo caer mi mano, solo para que él la tome entre las suyas y se la lleva a los labios, dándole un beso que demuestra más sentimientos de los que alguna vez había dirigido hacia mí.

—Gracias por todo, Danielle, no lo habría logrado sin ti. —Mi respiración se detiene y mi corazón salta en mi pecho, golpeando contra mi caja torácica—. De no haber enderezado mi camino anoche, esto habría sido más difícil para Stevie y él no se merece ese tipo de estrés.

Tragando fuerte, asiento y le doy una sonrisa apretada. Estar tan cerca de él me produce un montón de sentimientos en los que no quiero pensar en este momento. Tengo que alejarme lo más pronto posible y sin hacerlo sentir incómodo. Está muy sensible y se ha abierto conmigo por primera vez en su vida, así que no voy a arruinar el momento.

—No fue nada, solo quería ayudar a un amigo.

Él arquea una ceja, la comisura de su boca alzándose en una sonrisa ladeada.

—¿Somos amigos?

Pongo los ojos en blanco. Sabía que iba a tener esta reacción, por eso me había moderado al hablar con él. Pero no vale la pena hacerlo ahora que las cosas han cambiado entre nosotros.

Y todo un día.

—Solo si te comportas como un ser humano normal y dejas de tratarme como si fuera una molestia.

Ahora sonríe del todo, mostrando los dientes.

—Puedo hacer eso.

Le doy un asentimiento en un acuerdo tácito entre nosotros y vuelvo a poner mi vista al frente.

—Si quieres que Stevie inicie la escuela con el resto, debes hablar con la directora Bayers. Estoy segura de que ella va a entender tu situación y te va a decir lo que tienes que hacer para que Stevie inicie con el resto.

Logan hace un sonido de angustia. Sacudo la cabeza, riendo. El pobre está perdido con respecto a todas las responsabilidades de ser un padre.

—No había pensado en la escuela.

—Tranquilo, solo es cuestión de adaptarse. —Lo miro de reojo, pero cuando lo encuentro mirándome, vuelvo mi vista al frente—. Deberías hablar con Lucas, él podría darte mejores consejos.

—Iremos mañana a la granja, por si quieres acompañarnos.

Arrugo la nariz, negando.

—Me gustaría ver a Addison, pero tengo que trabajar.

Exhala fuerte, como si no le gustara mi respuesta, pero evito mirarlo porque no puedo caer en sus bonitos de nuevo como lo hice hace un tiempo. Esto lo hago por Stevie y nada más.

—¿Qué tal quedó la habitación de Stevie? —cambio de tema antes de que intente convencerme de ir con ellos.




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