El Ojo de Aelarion. (parte 2)

Capítulo 14: Ecos del Vacío.

​El Silencio del Oasis.
​Kira fue la primera en moverse. El pulso de luz azul había dejado un dolor punzante en sus ojos y un silencio absoluto. El Templo de Amón ya no vibraba con la energía atlante; estaba muerto y helado.
​El Azote había desaparecido sin dejar rastro, su látigo de energía hecho trizas en el suelo. Pero la ausencia más inquietante era la de Victoria Aelarion.
​—Se ha ido —susurró Vance, acercándose al punto de la explosión. No había cenizas, no había sangre, solo arena y el Círculo de Carga destruido.
​En el centro del patio, la Esfera de Memoria rodaba sobre la arena, ya no brillando, sino emitiendo un zumbido bajo y constante.
​—¿La destruiste? —preguntó Kira.
​—No. Usé el Pergamino para forzar un cortocircuito forzado. Ella pensó que podría absorber el conocimiento atlante, pero la potencia era demasiada. Se fusionó con ella... y la sobrecargó —dijo Vance, con una mezcla de horror y asombro—. Victoria ya no es solo humana. Ahora es… conocimiento puro.
​La Nueva Condición de Nido.
​Kira se apresuró al vehículo todo terreno, donde Nido yacía inconsciente. La adrenalina de la fuga se había agotado. Vance se unió a ella, usando su conocimiento médico improvisado.
​—Necesita un hospital de verdad, Kira. Sus quemaduras son de energía pura —dijo Vance.
​En ese momento, Nido se despertó, su cuerpo temblando. Miró a Kira con ojos claros y luego a Vance.
​—Elías... la Esfera no solo absorbió a Victoria —dijo Nido, su voz extrañamente lúcida—. Me conecté a la Esfera cuando intentó tomar el Núcleo de Kira. Victoria es ahora un sistema. Sus agentes son extensiones. Ya no podemos predecir sus movimientos con runas o mapas; ella está en el tejido de la red.
​Nido se había conectado con la energía atlante justo cuando Victoria se fusionaba, dejándolo con una conexión involuntaria al nuevo ser de Victoria: La Conciencia.
​Extracción de Emergencia.
​Kira tomó una decisión. Se comunicó con Jafar usando el transmisor de emergencia.
​—Jafar, el trato ha cambiado. Nido está herido y necesitamos un médico que no haga preguntas. Lo llevaremos a un lugar seguro en el Mediterráneo.
​—El combustible de Djibouti ha sido transferido, Capitana —respondió Jafar, su voz áspera, pero leal por primera vez—. Mi antiguo contacto en Malta es el mejor. Los espero en Alejandría.
​Con Nido apenas estable, Kira condujo el vehículo de regreso a la costa, esta vez sin ser perseguidos. Los agentes de Victoria habían sido absorbidos por la "Conciencia" o habían huido.
​El Próximo Mapa.
​De vuelta a bordo de El Sultán, mientras Jafar navegaba hacia el norte, Vance se concentró en el Pergamino de Metal.
​La Esfera de Memoria había emitido una última, violenta señal. El Pergamino ya no mostraba coordenadas geográficas. Ahora mostraba algo más complejo: una secuencia de tiempo y frecuencias.
​—Ella no se ha ido del todo. Está esperando la activación final. Pero el Núcleo de Sacrificio sigue siendo necesario para encender la Conciencia. Lo necesita para reescribir el pasado —dijo Vance.
​Kira se acercó, mirando el Pergamino. —Ella no quiere solo reescribir la historia. Quiere evitar que destruyamos El Cónclave. ¿Cuándo y dónde tiene que hacerlo?
​Vance leyó la runa con terror en sus ojos.
​—Victoria ha abierto una puerta. El Pergamino ya no es un mapa espacial; es un mapa temporal. La próxima y última parada no es un lugar, sino un momento.
​—¿Cuál? —preguntó Kira, tensa.
​Vance inhaló profundamente, el aire salado del mar.
​—El Templo de Delphos, Grecia. En el momento exacto en que El Cónclave se exilió a la Atlántida, hace diez mil años.
​Victoria Aelarion iba a viajar en el tiempo para salvar a su gente. Y Kira, Vance y un Nido herido debían seguirla para evitar que el tiempo mismo se deshiciera.




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