El ojo de la tormenta - Changbin Stray Kids

Capítulo 21

Después de tanto viaje en autobús, al fin llegué al aeropuerto. ¡Volvería a España! Tenía pensado ir a casa de mi tía. Lo primero que haría – después de abrazarla – será tumbarme en el dormitorio que tenía para mí y dormir, así olvidaría todo el día de hoy y todo el tiempo que llevaba en Corea del Sur.

Habían pasado tantas cosas, tanto buenas como malas. Pero, al fin y al cabo, nunca encajé en aquel lugar. Ahora ya no había vuelta atrás. Mi próximo destino era España: vuelta a casa. Antes de cruzar las puertas del aeropuerto, miré la calle a modo de despedida.

Suspiré.

"Adiós Corea", pensé.

Agarré con fuerza el mango de mi maleta y fui decidida hacia el mostrador donde estaba una señora muy simpática que me indicó por donde tenía que ir para coger mi vuelo.

Una vez todo listo, fui a cruzar por el detector de metales. Al pasarlo ya no habría vuelta atrás.

Pero, justo en ese instante, unos gritos hicieron que me diera la vuelta.

****

El cumpleaños de nuestro CEO estaba en lo más alto.

Aunque, en general, todo salió bien – excepto la discusión entre el señor Lee y Lee Lara – mi cabeza y estómago no paraban de dar vueltas.

Ella se despidió de nosotros...nadie entendía nada. Solo yo. Era la única persona que conocía el próximo destino de Lee Lara. ¿Por qué estaba así? Era algo bueno, ¿no? Ninguno de nosotros estaba de acuerdo con que ella estuviera en el grupo o viviendo en nuestra casa.

- ¿Dónde fue Lee? – preguntó Bangchan.

- Creía que al baño, pero ya no estoy seguro – respondió Felix.

- El baño no puede ser, está tardando demasiado – objetó Changbin.

- Yo pienso que, tal vez, haya vuelto a casa. – sugirió Minho.

Nadie tenía el número de teléfono para poder contactar con ella, por eso dijeron:

- Voy a ir a casa para comprobarlo. Esa niña me ha dejado con mal cuerpo. – sentenció Bangchan.

- Yo miraré en el servicio, por si acaso – comentó Changbin mientras se levantaba.

Vi como el mayor entró en el lavabo sin preocuparle que hubiera alguna chica dentro.

Tan solo un par de minutos después, Changbin salió prácticamente corriendo y puso una mochila encima de la mesa. Tiró de un trozo de tela que había en el interior y se asomó una parte del vestido que llevaba la chica puesto.

- Estaba en la papelera del último baño.

- ¿Nos vamos a casa? Seguro que no es nada – dije nervioso. ¿Por qué tenía que ser tan obvio?

- ¿Qué ocurre, Han? – dijo Minho.

- Habla – el semblante, más serio de lo normal, de Changbin me causó verdadero terror. – Tú sabes algo, llevas inquieto toda la noche. Además, eres el que más tiempo ha estado con Lara  desde aquella vez que te llamó para decirte algo...supongo que fue para la colaboración de la canción, pero parece que sabes algo más...

Me vi acorralado. No había escapatoria. Es por eso que cerré mis ojos y dije las palabras lo más rápido posible.

- Hacer esta colaboración era un trato. A cambio de tocar para su padre, me prometió que desaparecería de nuestras vidas, que se iría para siempre y no volveríamos a tener contacto. De verdad, pensé que era lo correcto, pues nunca hemos estado de acuerdo con su entrada al grupo ni a nuestro hogar, por eso acepté. Así que ella....en unas horas estará en España.

- ¿¡Qué!? – gritaron.

Todos se miraron atónitos, no sabían ni que decir a parte de ese grito.

- Hay que evitar ese vuelo – sentenció Changbin – Llamad a Bangchan.

- Lo haré yo – dijo Minho mientras sacaba el móvil del bolsillo de atrás de su pantalón.

-Ya hablaremos, Han. – dijo Changbin amenazante.

Yo agaché la cabeza mientras las lágrimas se amontonaban de nuevo en mis ojos.

Fuimos muy duros con ella, en especial Hyunjin, IN y yo. Hicimos suposiciones – todas falsas – he hicimos que una persona lo pasara mal. Siempre promovemos las buenas acciones, amarse a sí mismo, cuidar de los demás y cumplir tus metas en nuestras canciones. Y nosotros hemos hecho exactamente lo contrario.

Además, le habíamos cogido cariño. Muchas cosas habían pasado en este casi mes que había transcurrido. Ya no podíamos permitir que se alejara de nosotros. Era una persona muy valiosa, a pesar de todo siempre ha sacado una sonrisa, nos ha tratado bien, ha seguido nuestra agenda de ensayos sin quejarse ni una sola vez del cansancio, e incluso nos ayudó con unos cuantos problemas que tuvimos. Casi ninguno de nosotros valoramos aquello y ahora nos habíamos dado cuenta de lo importante que era hasta que la perdimos.

Ahora entra la perfecta frase para este momento "Nunca te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes".

Ocho tontos como nosotros somos los que llevamos ahora esa frase a nuestra espalda.

Pero ahora no podía ponerme melancólico, pues teníamos que correr si no queríamos perderla.

Nos encaminamos hasta la furgoneta en la que vinimos. Ya arreglaríamos la bronca y el castigo por coger ese vehículo sin permiso, por salir sin guardaespaldas a un lugar público y lleno de tránsito como es un aeropuerto. Ahora nuestra prioridad era Lee Lara.

Mi mayor temor era no llegar a tiempo.

El mío y el de los demás.

Changbin pisó el acelerador más de lo normal. Por unos segundos temí por nuestra vida.

Una vez en el aeropuerto, corrimos por allí en busca de la chica.

Lo dábamos todo por perdido.

Habíamos perdido a Lee Lara.

Pero... un pequeño atisbo de esperanza nos hizo recobrar la energía.

A lo lejos divisamos a alguien....esa maleta....ese chándal....era ella, era Lee Lara.

Iba a pasar por el detector.

Corrimos los últimos metros lo más rápido posible.

- ¡¡Lee!! – gritamos.

Ella se giró. Nosotros avanzábamos a zancadas hacia ella.

No nos importó quién nos viera. Simplemente nos abrazamos.

- No te vayas por favor, no nos dejes – dije al borde de las lágrimas.




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