El ojo de la tormenta - Changbin Stray Kids

Capítulo 23


No....no podía ser....

Era él.

Era Carlos. De todas las personas que podía traer tuvo que ser precisamente él.

- Aquí está mi niña, Carlos. – sonrió mi padre orgulloso.

- Ho....Hola Carlos. – dije algo temblorosa.

Él sonrió, vino hacia mí y me abrazó. Yo, dudosa, le correspondí el abrazo.

Mi padre lo hizo con buena fe, él no sabe todo lo que paso entre nosotros. Aparte, yo siempre dije que Carlos y yo, a pesar de dejar de ser novios, seguíamos siendo buenos amigos. Además, él sabe hablar coreano, ¿quién mejor para venir a Corea?

Esto iba a ser un gran problema. Un problema mucho más grande de lo que podía llegar a imaginar.

- Chi....Chicos, este es Carlos, fuimos novios cuando éramos adolescentes. – ellos se pusieron en pie – Carlos, ellos son Bangchan, Minho, Changbin, Felix, Han, Seungmin, Hyunjin y IN.

Los chicos hicieron una reverencia y Carlos otra.

- ¡Vamos a comer juntos para celebrarlo! – dijo mi padre alegre.

Todos vitoreaban contentos y alegres. Por mi parte, yo....solo fingía estar feliz.

El festín que habían hecho era delicioso, pero mi apetito estaba mil veces reducido.

- Bueno Lara, ¿qué tal todo este tiempo? – dijo Carlos dirigiéndose a mí.

- B....Bien – respondí agachando la cabeza a mi plato. – Mi madre falleció, vine a Corea con mi padre y estoy practicando para debutar con los chicos como la novena miembro de su grupo.

- ¡Oh! Siento mucho lo de la señora Lee – dijo dándome el pésame -, no me había enterado de nada. Por lo demás, ¡me alegra mucho que vayas a debutar con los chicos, estaré apoyándote!

- Gracias – dije sonriendo a duras penas.

Una vez comimos todos, recogimos la mesa y yo me fui a mi dormitorio.

- Voy contigo – dijo Carlos. -, ¡quiero contarte tantas cosas!

Entramos ambos al dormitorio y Carlos cerró la puerta.

- Cuanto tiempo preciosa – la manera asquerosa con la que dijo aquello me estremeció.

- Carlos, es mejor que vuelvas a España. – dije sin mirarle a la cara.

- ¿Por qué mi amor? Junto a ti estoy mejor – sonrió con malicia.

- ¿Por qué no me dejas? ¿Qué ganas haciéndome esto? – respondí levantando la vista.

- Más de lo que tú te puedes imaginar – respondió poniéndose serio -, y mucho más ahora que vas a debutar con esos idiotas. He investigado sobre ellos, ¡son bastante ricos! Esto me va a venir muy bien. Así que espero que obedezcas y te portes bien – retiró un mechón de mi pelo.

- S....Si – es lo único que pude decir.

Sin más, salió de mi cuarto despidiéndose de todos. Carlos dormiría en una habitación que hay en la empresa.

Yo me dejé caer sobre la cama, ya no entendía mis sentimientos, no sentía nada, no sentía ni rabia, ni dolor, ni ganas de llorar, ni desesperación....nada. Ahora mismo era como una muñeca de trapo, aunque me hablasen no creo que reaccionara.

Pasaron las horas y amaneció....yo no hice nada, creo que ni llegué a dormirme. Tampoco lo recuerdo.

- Buenos días, Lee. – dijo IN con una gran sonrisa.

- Buenos días, chicos. – saludé sonriendo.

- Hola, preciosa – esa voz....¿tan temprano y ya estaba Carlos en la casa?

Yo seguí sonriendo e hice una reverencia. No tenía ganas de verle.

- No comeré, me duele la barriga. Iré directamente a ensayar. – dije cogiendo mi mochila para las practicas.

- Come algo, no puedes ensayar con nada en el cuerpo – dijo Bangchan.

Sabía que no me dejarían en paz hasta que comiera algo.

- Mirad....me llevo esta manzana y me la como mientras voy a la empresa – respondí.

- De acuerdo – aceptó el líder a regañadientes.

Llegué a la empresa y, una vez allí. Empecé a ensayar....a ensayar como nunca antes, no podía contener mi rabia en cada paso de baile que realizaba. Por suerte, mi pierna ya estaba mucho mejor y podía poner más empeño a la hora de ensayar y, lo mejor de todo, es que me ha llegado un mensaje de mi padre diciendo que mi debut con los chicos se retrasara cuatro semanas más, ¡eso era genial! Ahora podría ensayar muchísimo más y perfeccionar todo. La causa del retraso en la fecha tiene que ver con mi cambio de papeles de España a Corea para poder nacionalizarme.

En uno de los descansos, paré a tomar algo de agua. Estaba pensando que, esta tarde, iría a ver a Laila. Con tantos problemas no pude visitarla mucho.

Los chicos llegaron al ensayo. Solo había pasado media hora desde que llegué yo.

- Bien, vamos a comenzar con la cuarta canción – dijo Minho -, es la que llevamos peor por los cambios de posiciones.

- ¡Vale! – dijimos todos a coro.

Ensayamos y ensayamos. Yo no estaba pensando apenas en el baile, lo hacía por intuición ya que solo podía pensar en Carlos... en ese estúpido. Hacia todos los pasos con mucha fuerza, como si el aire fuera su cara.

Pero, de repente y para mi sorpresa, pararon la música.

- Lara, relájate, ¿estás bien? – dijo Changbin cogiéndome del hombro. Fue ahí cuando volví a mis sentidos.

- Si, estaba pensando demasiado y me lo he tomado enserio. – reí haciendo que este también lo hiciera.

- Bueno chicos, vamos a descansar – habló Bangchan.

Ellos fueron a sentarse un rato, pero yo fui al equipo y puse la canción de nuevo.

- Oye, Lee, déjalo, tienes que descansar – comentó Minho.

- No, tengo que hacerlo perfectamente el día del debut.

- Tómatelo con más calma, ya tenemos casi todos los bailes listos – habló esta vez Han.

- Aparte, ahora tenemos cuatro semanas más para poder practicar – añadió Felix.

- Me da igual, yo voy a ensayar – dije molesta. Sin querer les hable de mala forma, pero me estaba agobiando de pensar en el tema de Carlos.

Ellos se callaron y se quedaron viendo mi ensayo.

Yo seguía bailando, dándolo todo en cada paso, pero algo paso:




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