El ojo de la tormenta - Changbin Stray Kids

Capítulo 31


Otro día más de mi vida.

Otro día menos antes del debut.

Nos encontrábamos en la sala de ensayos. Hoy, nada más despertarnos, fuimos a la empresa para practicar. Estos últimos días serán los más duros y difíciles, pero todo esfuerzo trae una recompensa.

Paso tras paso, movimiento tras movimiento, nota musical tras nota musical....íbamos compaginando todo y coordinando cada detalle.

- Escuchad, ¿queréis salir hoy? – propuso Han.

- ¿Salir? ¿Adonde? – preguntó Hyunjin.

- A dar una vuelta esta noche, podemos ir a algún lugar a comer.

- ¡Al restaurante de los señores Wang! – sugirió Bangchan mirando a quién propuso salir.

- No, otra vez no, la última vez casi los arruinamos – habló Minho.

- Tendrían que tener más comida en el almacén – respondió IN como si nada.

- ¡Comisteis kilos y kilos de comida! ¿Cuánto alimento creéis que cabe en el almacén? ¡Es un restaurante pequeño! – habló Minho algo abochornado de aquel recuerdo.

- Tiene razón, los señores Wang estaban muy avergonzados de tener que explicar que no podían darnos más comida, íbamos a dejar al resto de los clientes sin cena por esa noche y no podía echarlos. – sonrió Changbin.

- Entonces ¿qué os parece si vamos al restaurante de la esquina? – propuso esta vez Seungmin.

- ¿Dónde íbamos cuando éramos trainees? – respondió Han emocionado.

- Exacto – asintió Seungmin – así lo conoce Lee y come mientras aun es una trainee.

- ¡Si!

- ¡Me parece perfecto!

Y fue así como se decidió el menú y el plan para esta noche.

- Pero chicos....¿y vuestros fans? – dije preocupada.

- ¡Tranquila! En esa zona no hay fans, nadie sabe que estamos aquí, estamos muy bien escondidos y la seguridad que puso tu padre es de 10.

- Además, somos vip en ese lugar, la dueña nos conoce desde hace años, es como nuestra abuelita.

- Como una de la familia – dijo el maknae sonriente.

- Entiendo, ¡está bien! – exclamé alegremente.

- Y lo más importante....¡¡es una cena para celebrar tu último día de trainee!! – dijo Bangchan, cosa que me hizo sonrojar.

Y fue así como horas después íbamos guapos y perfumados a aquel lugar.
Tampoco nos habíamos vestido de gala, pero unos vaqueros con unas sudaderas o unas chaquetas de cuero nos hacían ver bastante diferentes a lo que llevábamos normalmente.

Formal pero casual.

Una vez entramos, todos saludaron de manera cálida a la ancianita que se encargaba del local.

- Señora Kimho, ella es Lee, hija de nuestro CEO, y será la próxima integrante del grupo.

- ¿Enserio? ¡Hola guapa! Yo soy Kimho, me encargo de estos niños desde hace siglos.

- Encantada de conocerla, señora Kimho.

- El placer es mío.

Nos acompañó hasta una sala. Esta estaba escondida en una habitación decorada a lo coreano tradicional, la mesa era baja y nos sentamos en unos cojines. Era muy bonito.

-¿Qué queréis comer? – preguntó con una sonrisa muy dulce una vez nos acomodamos.

- ¡Yo lo de siempre!

- ¡Y yo!

Y así la mayoría pidió "lo de siempre", excepto Han y Changbin, que cambiaron su plato por otras variedades.

- ¿Y tú? – dijo mirándome

- Lo que me recomiende.

Ella sonrió de oreja a oreja.

- ¿Te gusta el picante?

- Me encanta – respondí devolviéndole la sonrisa.

- Lo que te prepararé te va a enamorar.

- ¡Seguro que sí!

Y así fue. La comida que me preparó estaba D-E-L-I-C-I-O-S-A. Por supuesto que volveré a comer allí, además, la señora Kimho era increiblemente amable.

Por alguna razón, mis ojos se posaron sobre uno de los chicos y le observé comer con bastante pereza, aunque parecía disfrutar la comida al máximo.

Le llamé haciendo que levantara la cabeza con algunos fideos colgando de sus labios.

No hizo falta que dijera nada más, simplemente sonreí. Este sorbió los fideos y gritó victorioso:

- ¡Me recuerda! ¡Me ha recordado!

Yo asentí manteniendo aquella sonrisa que me daba la vida.

Poco a poco fue pasando nuestra noche y llegó la hora de volver a casa.

- Chicos, os dejo aquí, voy a ensayar – dijo Han separándose del grupo en dirección a la empresa.

- ¿A estas horas? – espetó Hyunjin.

- Si, tengo que perfeccionar unos pasos.

- De acuerdo....- dijo Bangchan en un suspiro, pues era inútil discutir eso con Han – no te sobre esfuerces y tienes como máximo una hora.

- ¿Solo una hora?

- Una hora y media y no hay más que hablar.

- Yo también voy – me apresuré a decir.

- ¿Tú también?

- Claro, soy la que más necesita practicar.

- Y yo – se unió Felix.

Bangchan y Minho soltaron un largo suspiro.

- Puesto que el debut de Lee es mañana por la noche, podéis ir, pero tenéis todos la misma condición, máximo 1 hora y media y no es negociable. Hemos ensayado mucho, incluso el CEO le dio el visto bueno a la actuación. Y mucho menos os sobre esforcéis, podríais lesionaros.

- ¡Si! – dijimos los tres a coro.

**

Nos encontrábamos tirados por la sala. Pronto acabaría la hora y media y tendríamos que volver. A pesar del aviso por parte de Bangchan, no pudimos evitar esforzarnos y dar lo mejor, aunque solo se tratara de un ensayo.

- Os recuerdo a casi todos, recuerdo cada momento, cada suceso... pero no tengo nada de Changbin, ¿por qué será? Mi mente intenta decirme que Carlos nunca estuvo aquí y todo fue cosa de él – dije de repente sorprendiendo a los otros dos.

- ¡No! ¡Lee! En este momento, no le hagas caso a tu mente. Te está mintiendo. – respondió Han con rapidez.

- Te aseguro al cien por cien que Carlos estuvo aquí, tu padre puede confirmártelo. Changbin fue el que más te protegió, tal vez por eso mezclas los recuerdos junto con todo lo que te hizo Carlos, ya que fue el que más se involucró en vuestros problemas sin que nosotros supiéramos nada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.